IFE, ENCUESTAS PATITO Y LIMITACIONES LEGALES

Escala Crítica/ Columna diaria
*Obliga el Cofipe a registrar empresas y resultados
*Deben autoridades evitar mayor tensión electoral
*Las reservas petroleros y el riesgo de una borrachera

Víctor M. Sámano Labastida

LAS ENCUESTAS como usted habrá podido apreciar, forman parte del arsenal de las campañas político electorales. Este hecho quedó confirmado con la malograda participación del presidente Felipe Calderón en una reunión de banqueros donde afirmó que la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, se ubicaba a sólo cuatro puntos del priísta  Enrique Peña Nieto y 20 puntos arriba de Andrés Manuel López, de la coalición encabezada por el PRD.

La expresión Calderón no sólo llevó a revisar otras encuestas en las que la diferencia entre Vázquez Mota y Peña Nieto era mayor, sino inclusive algunos sondeos que colocaban a López Obrador en segundo lugar; hay otras que colocan al izquierdista con ventaja.
En fin, como le decía, en estos días y semanas seremos testigos y objetivo de una “guerra de encuestas”.

ÁRBITRO Y COMPETIDOR

EL DESLIZ presidencial de querer apuntalar a su candidata –a la del PAN- sirvió para que Calderón reconociera la necesidad y la obligatoriedad de que el mandatario en turno se mantenga lo más imparcial posible entre los participantes en esta contienda. No será neutral del todo, pero se le recordó que existe una ley que regula la contienda de partidos y candidatos.
También se rememoró el daño que Vicente Fox le hizo a las elecciones del 2006 cuando abiertamente operó contra López Obrador. No sólo con el famoso intento de desafuero, sino con su abierta participación en los comicios y que ameritó una tibia y torpe amonestación del arbitraje integrado por los consejeros del Instituto Federal Electoral. El perjuicio fue tal, que el propio Calderón ha tenido que padecer durante su sexenio la polarización que generó su antecesor.
Es algo que debería servir de experiencia a gobernantes y árbitros en todos los niveles.
La participación fallida de Calderón en caso de las encuestas mencionadas líneas arriba, también sirvió para recordar que existe una norma del Cofipe (código electoral) que regula los sondeos con fines electorales.
Dice el Artículo 237, párrafo 5 del Cofipe:
“Quien solicite u ordene la publicación de cualquier encuesta o sondeo de opinión sobre asuntos electorales, que se realice desde el inicio del proceso electoral hasta el cierre oficial de las casillas el día de la elección, deberá entregar copia del estudio completo al secretario ejecutivo del Instituto, si la encuesta o sondeo se difunde por cualquier medio”.
El pasado 14 de diciembre, el IFE aprobó los lineamientos sobre las casas encuestadoras que prestarían sus servicios durante el proceso electoral –esto es, desde octubre pasado y hasta el uno de julio. Estas firmas deberán estar registradas ante la autoridad electoral a la cual tienen que entregar no sólo sus resultados, sino también su metodología.
Si bien algunos actores consideran que se trata de una limitación a la libre empresa o a la libre circulación de la información, también se entiende como un intento de evitar la proliferación de las “encuestas patito”, o firmas sin sustento profesional.
Por cierto que según el consejero electoral Marco Antonio Baños, la encuesta mencionada por el presidente Calderón no está registrada ante el IFE.
A propósito de sondeos, un reciente reporte de la firma Mitofsky al 62 por ciento de los encuestados, la política le importa poco o nada. En tanto que la confianza en el IFE llegó a 22 por ciento, aunque en 2006 era de un 34 por ciento. Son los saldos de una autoridad cuestionada.

RESERVA CON LAS RESERVAS

SEGÚN LAS autoridades de Pemex México tiene asegurado su futuro petrolero. Reportan que por cada barril de petróleo que se extrae se tiene uno más en las reservas. Hay una reposición de reservas al ciento por ciento, dicen.
Al principio de este sexenio se advertía que México sólo tenía petróleo para los siguientes diez o doce años. Ahora se afirma que tenemos hidrocarburos para largo tiempo. Esta puede ser una buena noticia, pero también mala o una noticia manejada con malas intenciones.
Si bien resultaría extraordinario que México tuviese petróleo para muchos, muchos años más, también deberían preocuparnos dos cosas, entre muchas otras:
Una, que confiados en las inagotables reservas del petróleo que se anuncian oficialmente, repitamos la historia conocida. Que desperdiciemos los recursos energéticos  y económicos en un derroche inaceptable para un país con tantas carencias.
Y dos -sería lo más grave: que las cifras sobre las reservas petroleras de México se manejaran electoral o políticamente. No sería la primera vez
Debemos recordar que en a mediados de los años setentas, el gobierno mexicano presumió que teníamos petróleo para más de un siglo. Eran los tiempos de José López Portillo y Jorge Díaz Serrano.
Especialistas independientes descubrieron después que las cifras de los yacimientos de petróleo fueron aumentadas artificialmente para poder aumentar la extracción de crudo. Las corrigió el SEC, organismo internacional que valida los datos sobre yacimiento.
La conclusión es sencilla y práctica: haya o no haya más petróleo, es un recurso que tarde o temprano se acabará y que debemos administrar de la manera más eficiente posible.  Aumentar la extracción de petróleo sólo para aumentar el gasto sería irresponsable.

OTRO CARNAVAL

HOY COMIENZA la romería de las candidaturas a las alcaldías. El PRI publicar su convocatoria para los aspirantes a las diputaciones locales y presidencias municipales.
Por su parte, el Partido de la Revolución Democrática registrará a sus aspirantes a las alcaldías y diputaciones del 9 al 13 de marzo. Habrá precampañas y encuestas del 15 al 30 de marzo, para llegar a una definición de sus candidatos el uno de abril. Por lo menos eso está previsto para el municipio de Centro.
El PAN está en su proceso de selección.
Si las candidaturas al gobierno estatal causaron interés entre los grupos partidistas, las posibilidades de ser presidente municipal o tener algún cargo en los ayuntamientos despiertan aún mayor competencia en los partidos.
No es casual, por ejemplo, que partidos como el PRI tengan hasta 15 ó 20 aspirantes en municipios como Paraíso o Jalpa de Méndez. La fiesta apenas empieza, como también ya se vio en el PRD donde la lucha por las alcaldías y diputaciones pone en riesgo la armonía mostrada públicamente. (vmsamano@yahoo.com.mx)

 

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