AIRE SUCIO, POR JOSÉ LUIS LEZAMA

La lógica de los altos funcionarios públicos se muestra simple, pudiendo incluso parecer  clara. No importa que provenga de un gobierno de izquierda, centro o derecha. De acuerdo a su forma de ver, pensar y comunicar su experiencia en el mundo, su llegada a una posición directiva, a una jefatura, secretaría,  oficina de toma de decisiones, está marcada por algo distinto, por una nueva era, un nuevo amanecer; es un acontecimiento extraordinario. Su llegada al puesto inicia con medidas de política y decisiones que “nadie más hizo antes”, “que nadie se atrevió a tomar”; “nos critican porque estamos tocando intereses que nadie se atrevió a tocar”.