Escala Crítica/Columna diaria
*Fuerte apuesta de Peña Nieto en el puerto del Pacífico
*Entidad con instituciones débiles y creciente pobreza
*Ignoraron llamados de auxilio de la población
Víctor M. Sámano Labastida
EL GOBIERNO de Michoacán se fue diluyendo hasta casi desaparecer. La violencia actual no es causante del desgobierno es el resultado. Durante décadas se fueron construyendo poderes paralelos en aquel estado: el gobierno local, las parcelas del gobierno federal, los grupos políticos y sindicales, las bandas del narcotráfico, la policía comunitaria, los grupos de autodefensa, los paramilitares.
A finales del 2006, apenas tomó posesión de la Presidencia, Felipe Calderón (PAN) ordenó el primer operativo militar abierto para Michoacán en lo que inicialmente llamó “guerra contra la delincuencia organizada”: cinco mil efectivos. La presencia militar se incrementó durante los seis años de esa administración. En julio del 2009 Calderón anunció que ocho mil efectivos -entre militares, marinos y policías federales-, participaban en un “cerco de seguridad” en aquella entidad.
Todavía en febrero del 2012, Calderón ordenó el traslado de otros tres mil militares. Cálculos extraoficiales indicaban que el despliegue había rebasado los 10 mil efectivos federales.
Mientras la administración calderonista defendía sus medidas, especialistas como Edgardo Buscaglia sostuvieron que se trató de una estrategia fallida.
NUEVO DESPLIEGUE
EL LUNES 13 DE ENERO el gobierno de Enrique Peña Nieto decidió poner en operación un acuerdo para la seguridad de Michoacán. Un nuevo despliegue de tropas y policías federales se dirigió esta vez a la zona conocida como Tierra Caliente, integrada por 10 municipios y colindante con Guerrero y el Estado de México. El conflicto no se limita a esa región.
Michoacán es uno de los ocho estados con mayor pobreza en el país. El 60 por ciento de su población está calificado en la “pobreza multifuncional”.
Aunque no es la entidad con más población indígena, sí es donde el 92 por ciento de este sector padece mayor pobreza.
Es el segundo estado en expulsión de mano de obra hacia el extranjero, principalmente a Estados Unidos. En el 2010 994 mil 372 michoacanos abandonaron el país en busca de trabajo. Los otros estados con alta migración son Puebla, Guanajuato, Jalisco y Estado de México. Estas últimas tres entidades colindantes con Michoacán.
Es tal la importancia de las remesas de los trabajadores en el extranjero que ahí se cuenta con una Secretaría del migrante. El investigador Gustavo López Castro advirtió en septiembre pasado que la llamada “migración de retorno” –expulsión desde Estados Unidos- comenzaba a agudizar la pobreza en las familias del antiguo territorio purépecha.
Con cuatro millones 350 mil habitantes, lo que también ha hecho estratégica a esta región es su ubicación en el Océano Pacífico y su colindancia con seis estados, algunos altamente explosivos por sus condiciones sociales.
PLEITO POR EL PODER
LA INESTABILIDAD política de Michoacán ha favorecido la creciente presencia de grupos al margen de la ley. Unos simplemente criminales y otros legitimados como mecanismos de defensa propia. Es fácil simplificar en referencia a las llamadas autodefensas, sin distinguir las autodefensas comunitarias, la policía tradicional comunitaria, las guardias blancas y paramilitares, o las bandas disfrazadas.
Allá se inauguró la alternancia de partido en el gobierno en el 2002 cuando Lázaro Cárdenas Batel del PRD sustituyó a Víctor Tinoco Rubí del PRI. En 2008 el perredista Leonel Godoy asumió el cargo por un “periodo extraordinario” de cuatro años, hasta el 2012.
El PRI retornó al poder con Fausto Zapata en febrero del 2012, cargo no sólo que tendrá que dejar cumplidos apenas tres años y siete meses, sino que en la práctica ha sido un gobernador ausente por enfermedad.
La extrema debilidad y confusión de los partidos, así como la división de los electores y la lucha de intereses empresariales, se puso en evidencia en los comicios del 2011: los dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD pretendían un candidato único, con lo que en los hechos se anularías las elecciones. Ese intento no fructificó.
Sin embargo, las votaciones no dieron un pleno mandato al nuevo gobierno: Fausto Vallejo (PRI) logró el 35.44 por ciento de los votos; en segundo lugar quedó Luisa María Calderón Hinojosa (PAN), hermana del entonces presidente Felipe Calderón, con 32.63 por ciento. El PRD, que tenía la gubernatura, obtuvo el 28.81 con Silvano Aureoles.
Precisamente Aureoles sostiene que la crisis en Michoacán no es reciente, se ha gestado desde hace 35 años. Ahora se llegó a un punto en que “parece una guerra civil”.
ABANDONO Y RECUPERACIÓN
EL AÑO PASADO el diario Reforma estimó que en la tercera parte del territorio michoacano había una abierta lucha armada por el poder.
En aquella entidad hay 113 ayuntamientos, uno de los cuales –Cherán- se rige por el sistema de usos y costumbres. Es ese municipio que sirvió de ejemplo para el surgimiento de los grupos de autodefensa: en abril del 2011 la comunidad indígena decidió reemplazar totalmente a la ineficiente autoridad estatal, aunque por tradición siempre han contado con sus propias autoridades.
Otro es el caso de Guerrero, donde por lo menos desde hace 17 años se ha ido conformando un consejo de policías comunitarios.
Fracasadas las acciones de Calderón, Cárdenas Batel, Godoy y Vallejo, surgieron entonces los denominados grupos de autodefensa. Hay quienes sostienen que tienen un auténtico origen popular, otros observan la posible aplicación de una medida ensayada en Colombia con los paramilitares; otros más temen la infiltración de grupos delictivos.
Conocidas públicamente hace aproximadamente un año, los integrantes de las autodefensas se extendieron por más de 30 municipios y más de 70 poblaciones. El médico José Manuel Mireles se convirtió en el líder visible de las autodefensas; a principios de mes, una avioneta procedente de Guadalajara se desplomó en circunstancias aún no aclaradas. Resultó muerta una persona y cuatro heridas, entre ellas Mireles. Ahí comenzó una nueva crisis.
AL MARGEN
AL PRINCIPIO de su gobierno, Enrique Peña Nieto anunció una nueva estrategia de seguridad. Entre las medidas se planteaba la creación de una Gendarmería Nacional con 10.000 efectivos.
En abril del 2011 en este espacio me referí a un documentado reportaje de Jorge Lesmes y Edgar Téllez sobre el fenómeno de las autodefensas y el narcotráfico en Colombia. La fuerza de estos grupos llegó a ser tal que cuando el gobierno colombiano hizo una oferta de desmovilización más de 32 mil efectivos entregaron sus armas. En el caso de aquel país las autodefensas se convirtieron en un poder paralelo también dedicado al narcotráfico…lo que no necesariamente sucede en México. El fenómeno es más complejo. (vmsamano@yahoo.com.mx)
