ELECCIONES EEUU: FILTRACIÓN COMO ESTRATEGIA, LODO COMO RESULTADO

 Escala Crítica/Columna diaria

* Aumentan los ataques personales; la premisa del sensacionalismo.      
* Dificultad en la “nueva” política: analizar propuestas, no insultos
*El contagio de la frivolidad: lo inmediato, la lucha por el poder
Víctor M. Sámano Labastida
 
PRÓXIMO el tercer debate entre Hillary Clinton y Donald Trump, valdría detenerse en el segundo encuentro, o desencuentro. De muchas maneras, el “estilo gringo” contagia a los políticos mexicanos. No sólo en la adopción de modelos tecnocráticos, sino también en la simulación democrática. Votar, para que todo siga igual. Ahí la pregunta final del segundo debate: “¿Pueden decir algo positivo del otro?”, en ese reproche de un ciudadano de Washington, quedó al desnudo la lucha en lodo por la presidencia de los Estados Unidos. 

La filtración como estrategia -con ataques a la vida privada- ha dominado la escena pública de esta elección. Trump lo quiso así, mientras Hillary nadó en esa dirección y ‘salva su ropa’ sin quemar pestañas, sin mensajes  propositivos. De este modo, la construcción del enemigo es irracional e inoperante, sin argumentos geopolíticos o de proyecto económico. 
Con el lodo volando de esquina a equina, el segundo debate Trump-Clinton (9 de octubre) resulta nocivo para las tendencias futuras en el plano internacional, lo mismo que para los formatos de debate en cualquier país, digamos México 2018. Ha triunfado la política de callejón. Y desde luego, cuando está en juego tanto, la vulgaridad de la vida pública no es anecdótica: es tóxica en sentido cultural. 
“¿Pueden decir algo positivo del otro?” Hillary se refirió a los hijos de Trump para encontrar elogios, mientras que Trump reconoció en Hillary a una luchadora que no se rinde. Ninguno pudo ofrecer un punto relacionado con sus plataformas políticas de campaña, señal del bajo nivel de esta ruda contienda entre demócratas y republicanos.        
Veamos, con todo y lucha en lodo, cómo ha evolucionado la elección presidencial en los Estados Unidos, a pocos días de su desenlace en las urnas.     
 
FILTRACIÓN CON LODOS 
LAS GRABACIONES de Donald Trump jactándose de atropellos sexuales han saturado Internet. El depredador fue cazado con sus propias palabras. Esta celebridad que atropella mujeres amparado en la fama (‘y que se aguanten’), para defenderse ha señalado sin pruebas a William Clinton como violador por partida cuádruple. De depredador a depredador, lado a lado y lodo a lodo. Flaco recurso, porque no compite contra el ex presidente. 
El New York Times (14 de octubre) dio cobertura a 4 mujeres que contaron con detalle el modus operandi de Trump, dado que éste había señalado “como una ficción” las acusaciones de depredador sexual. Hay una demanda en curso de Trump, a la que el Times dio la bienvenida “por la limpieza, la ética y la moral de esta elección presidencial”. Y lo que falta.
Hillary ha sufrido por la filtración de 33 mil correos electrónicos de su época como Canciller de Obama. Se supone que Hillary borró esos correos, pues la comprometen con arreglos debajo de la mesa con enemigos de Estados Unidos. Ahora que han sido recuperados y publicados esos correos, lo mejor sería un análisis de contenido para determinar responsabilidades, pero nadie ha emprendido una tarea de ese tipo. Mientras tanto, la confidencialidad de la política estadounidense ha volado en mil pedazos. Trump, en un momento tenso del segundo debate, amenazó con reabrir proceso judicial y meter a Hillary a la cárcel. Ella fue reconvenida por el Congreso y había reconocido su error de borrar correos, aunque no la cantidad de la que ahora se habla. Wikileaks sigue dando de qué hablar. 
Otras filtraciones han tenido que ver, desde el lado de Trump, con a) discriminación racial; b) ataques directos a mexicanos migrantes; c) elogios a China y Rusia, enemigos geopolíticos de EEUU; d) descalificaciones a Europa y su política de refugiados; e) críticas a quienes quieren el desarme en las ciudades americanas. 
Por lo que se ve, el equipo de Clinton ha trabajado horas extras en You Tube y las redes virtuales. Trump no se ha quedado atrás, pero tiene menos tela de dónde cortar. Sin embargo, ya puestos a un análisis de ese tipo, diremos que pierde mucho el discurso racional y propositivo. De Trump se esperaba la lucha en lodo; de Hillary, no.                 
NÚMEROS, ÉLITES Y GEOPOLÍTICA    
LA CONTIENDA presidencial de los vecinos en números parece resuelta: 11 puntos de ventaja para Hillary y en aumento, con 300 distritos electorales en la bolsa. Se necesitan 270 para ganar. Las filtraciones han tundido a Trump, preso de la estrategia que eligió, si es que eligió alguna. Tan inminente parece su derrota, que algunos líderes del Partido Republicano han dicho que se concentrarán en las elecciones de congresistas, para evitar un mal mayor: que Hillary tenga barra libre en sus propuestas.
Más allá del lodo, esta elección resulta vital para las élites gringas. ¿Qué está en juego? Lo resumió Hillary: al próximo inquilino de la Casa Blanca le tocará 1) renovar la Suprema Corte, con tres magistrados que serán sustituidos; 2) definir otro rescate económico y la reforma de impuestos; 3) reestructurar el sistema de salud y pensiones; 4) definir la geopolítica estadounidense en Medio Oriente, Rusia, Latinoamérica y Asia. 
Mientras tanto, la política del lodo genera un efecto paradójico: la elección al estilo de un reality show ha despertado al ciudadano estadounidense. Es algo que debe meditarse en conjunto, con relación a otros fenómenos políticos recientes. Si el voto depende del escándalo y es rating, la lógica de la democracia cambia: adiós al bienestar común, bienvenido el espectáculo como distracción frente a lo importante. 
 
AL MARGEN 
EN LA SEGUNDA Semana Académica y la Cátedra Lácides García Detjen, organizadas por el Instituto de Administración Pública del Estado de Tabasco, participó como ponente el doctor  Luis F. Aguilar Villanueva, a quien tuvo oportunidad de saludar poco antes del evento. Durante su intervención destacó que es indispensable la corresponsabilidad entre sociedad y gobierno para la consecución de los fines del Estado. Subrayó que la gobernabilidad o ingobernabilidad, está en la disposición o no que la sociedad muestre al respetar y obedecer las leyes.
Ángel Solís Carballo, vicepresidente del INAP para los IAPs de los estados y presidente del IAP Tabasco, confirmó que este miércoles el ex gobernador Enrique González Pedrero recibirá un reconocimiento especial por su labor como hombre de instituciones. (vmsamano@yahoo.com.mx)
 

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