ESTADOS UNIDOS Y EL PROTECCIONISMO; DE RONALD A DONALD, LOS EXTREMOS

 Escala Crítica/Columna diaria

*La debilidad del Estado y la creciente fuerza de las corporaciones
*En México el peso en el torbellino; puede llegar a 24 por dólar
*El neoliberalismo, una receta que exprime nuestras economías
  
Víctor M. Sámano Labastida
 
“COMPRE estadunidense”, decía una cláusula que los representantes del Partido Demócrata incluyeron en un paquete de estímulo económico con el que en 2009 pretendían reactivar la economía de aquel país. Aquella medida revivió el debate sobre el retorno del proteccionismo precisamente en un país que fue el promotor del liberalismo más radical. Lo sucedido en las elecciones de Estados Unidos con el triunfo en el Colegio Electoral de Donald Trump puede ser un indicador de que ahora el Partido Republicano, máximo defensor del “dejar hacer, dejar pasar” se pondrá a la cabeza en la construcción de muros a la economía.

A finales de los años 70, hace unas cuatro décadas, el republicano Ronald Reagan y la primer ministro del Reino Unido, Margaret Thatcher, se convirtieron en los promotores del neoliberalismo. Según esta doctrina había que disminuir los “poderes excesivos” del Estado, regresar a las supuestas reglas del mercado (esa mano invisible), suprimir los controles oficiales, modificar las políticas que favorecían el empleo de las mujeres y las minorías étnicas. Había que suprimir –decían-, toda restricción que impidiera el crecimiento de la economía.
Claro que “la economía” nada tenía que ver con el desarrollo de las clases trabajadoras, sino con la concentración del capital. Era un proteccionismo al revés: desproteger a los pobres para proteger a los ricos. Para esto había que suprimir paulatinamente al Estado.  
Ese modelo fue copiado o impuesto en todos los países, en especial en América Latina y por supuesto en México. Comenzó con Miguel de la Madrid y se institucionalizó con Carlos Salinas de Gortari. Antes fue aplicado a sangre y fuego en América del Sur mediante dictaduras militares. 
Por supuesto que la modalidad de ese neoliberalismo aplicado en nuestros países fue para favorecer a las grandes corporaciones extranjeras. Resultado: aumento de la pobreza y la desigualdad, la quiebra de la llamada “economía social” que favorecía el empleo.
Aquella cláusula de los demócratas “Compre estadounidense” condicionaba apoyos siempre que en obras públicas sólo se utilizaran hierro, acero y bienes manufacturados en aquel país promotor del Tratado de Libre Comercio. Abierto para unos, cerrado a conveniencia para Estados Unidos.
En febrero del 2009, el sistema BBC Mundo entrevistó al economista David Rosnick, del Centro para la Investigación Económica y Política, quien dijo entonces que el debate sobre proteccionismo era “ridículo”, porque “Estados Unidos y la Unión Europea ya tienen políticas proteccionistas. No estamos hablando de un mundo libre de proteccionismos que ahora decide empezar a aplicar estas medidas. Ya somos proteccionistas”, advertía.
Lo que viene ahora son medidas proteccionistas que afectarán mayormente a nuestros países, con gobiernos debilitados frente a los llamados poderes fácticos. No resulta casual que líderes como Andrés Manuel López Obrador hayan respondido desde el martes en la noche con un llamado a fortalecer la soberanía y a evitar el pánico (los titulares de los diarios tuvieron un concepto en común: el temor).
Se ha insistido: en época de crisis los gobiernos responden con barreras proteccionistas, es una acción defensiva que se convierte en ataque a otras economías. Es la continuación de la guerra por otros medios.
 
EL PESO DEL DÓLAR
EL PRIMER impacto del resultado de las elecciones en Estados Unidos fue una nueva alza del dólar. A partir de enero próximo el republicano Donald Trump asumirá la presidencia de Estados Unidos. Derrotó por una diferencia de 58 votos a la demócrata Hillary Clinton. Conocidos los resultados, la moneda estadounidense llegó a 20 pesos con 71 centavos. Algunos analistas financieros estiman que podría llegar a 24 pesos por dólar.
El gobierno mexicano insistió en que el país está preparado para evitar efectos negativos. El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, anunció que se ajustarán las políticas fiscal, monetaria, financiera y comercial. Se trata, dijo el funcionario, de dar estabilidad y cuidar el valor real de la moneda mexicana. Muy pronto veremos lo que estos significa.
No podemos ignorar el efecto que pueda tener el cambio de gobierno en Estados Unidos, pero como lo han advertido líderes y especialistas, México tiene que impulsar su propio desarrollo. Mejorar la oferta de empleo y los ingresos de la población, porque sólo de esta manera se fortalecerá el mercado interno. Es lo mismo que ahora buscará Estados Unidos: proteger sus ingresos y sus empleos. 
Otro es el tema del efecto que la victoria de Donald Trump en Estados Unidos tenga en la política mexicana. Como usted sabe, el año próximo arreciarán las campañas para la presidencia y no faltará quien trate de copiar lo que le funcionó al ganador en Estados Unidos. En 2006 ya tuvimos nuestra campaña del miedo y a ésa siguió un gobierno situado en “la guerra contra el narco”. La población bajo el fuego cruzado.
 
AL MARGEN
 
UNA INTENSA campaña realiza en los medios de comunicación el senador Fernando Mayans Canabal para contrarrestar una grabación en la que presuntamente él y Luis Sánchez Jiménez, también senador, bromean en torno a l trata de personas. Tras reiterar que el blanco de los ataques es el legislador del Estado de México, aspirante a la gubernatura desde el PRD, el tabasqueño dice que sus enemigos han aprovechado para afectarlo.
Fernando Mayans, mencionado como posible pretendiente a la postulación por gubernatura de Tabasco y quien ha sido candidato a la alcaldía de Centro,  sostiene que impulsa desde el Senado la Ley contra la trata de personas. “Hay muchos intereses de otra índole metidos en este tema de trata. El Gobierno Federal destina dos mil millones de pesos para organizaciones del uso de la trata. Reciben dinero de organismos internacionales”, pero sólo lucran y ya no recibirán recursos, dice.
 
MIENTRAS continúan los juicios de Morena y PRI para tratar de recuperar dos diputaciones plurinominales luego de que sus representantes originales renunciaron a esos partidos, el PRD confirmó la suma de Juan Pablo de la Fuente a su bancada. Con la adhesión del ex morenista ahora ya son 14 los diputados solaztequistas en el Congreso. De un momento a otro se formalizará la integración al grupo que comanda José Antonio de la Vega del también ex morenista José Atila Morales. Es previsible también que dos diputadas que renunciaron al PRI, Margarita Isidro y Patricia Hernández, también se agreguen a la bancada perredista. La disputa es en este caso por la presidencia de la Junta de Coordinación. (vmsamano@yahoo.com.mx)
 

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