DEUDA Y EX GOBIERNOS EN LA MIRA; MUÑOZ LEDO, UNA VISIÓN DE ESTADO

 Escala Crítica/Columna diaria

*Duarte, Borge, Padrés y el otro Duarte: 100 mil millones faltantes
*Una conversación con Porfirio Muñoz Ledo, Abdó y Barceló
*Tabasco, la suma de crisis y rezagos; impedir la inestabilidad
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
DIJO el gobernador Arturo Núñez que aun cuando tenga que sacrificar popularidad ha buscado garantizar un buen manejo en las finanzas y sobre todo evitar que crezca la deuda. Su compromiso es evitar, en lo posible, aumentar la hipoteca del presupuesto. Esta puede ser una respuesta a quienes consideran que una mayor deuda podría servir para hacer frente a los recortes presupuestales. 

De acuerdo a lo que expuso en su cuarto informe de gobierno, actualmente la deuda pública de Tabasco es de 6 mil 246 millones de pesos. Una de las más bajas del país. Como usted recordará, al inicio de este sexenio se denunció un enorme saqueo en los recursos públicos.
El control de la deuda es algo que le ha fallado al país y se refleja en varios estados. No sólo porque lo destinan a gastos innecesarios, las llamadas obras de relumbrón o simplemente mal hechas, sino porque mucho de este dinero se va a las cuentas particulares.
Ayer el diario Reforma destacó que por lo menos en cuatro estados los nuevos gobernadores tienen que hacer frente a un faltante total de casi cien mil millones de pesos. Sus antecesores les dejaron enormes hoyos financieros.
En Veracruz, se ignora dónde quedaron 35 mil millones de pesos. Como usted sabe, las autoridades mexicanas ofrecen una recompensa millonaria para localizar al ex gobernador Javier Duarte, a quien dejaron escapar. Este personaje, por cierto, despertó una nueva polémica al anunciarse que hizo llegar una carta al Congreso veracruzano anunciando que reasumiría sus funciones. El tema del fuero volvió.
Otro estado en el que una administración anterior “desapareció” unos 30 mil millones de pesos es Sonora. En esta caso, el ex gobernador Guillermo Padrés ya está en la cárcel y bajo proceso.
En Quintana Roo, las nuevas autoridades reportan un faltante de 25 mil millones de pesos y se acusa al ex gobernador Roberto Borge de participar o proteger el saqueo.
Un cuarto estado donde las cuentas no salen es Chihuahua, donde el ex gobernador César Duarte dejó un agujero financiero de unos 7 mil millones de pesos. Control de la deuda y control del gasto son asuntos centrales.
 
CONVERSATORIO QUE ILUSTRA
PORFIRIO Muñoz ledo es un hombre polémico, un político experimentado y gran conversador. Recientemente, en ocasión de su breve visita a Tabasco para asistir al IV Informe del gobernador Arturo Núñez, tuve oportunidad de participar de una amena y documentada charla que tuvo con Jorge Abdó Francis –a quien conoció en ese momento- y con Daniel Barceló, especialista en temas constitucionales.
Se habló de todo. Muy interesante su testimonio sobre la sucesión tabasqueña en 1976-1977, cuando era dirigente nacional del PRI; los aspirantes fueron entonces Nicolás Reynés y David Gustavo Gutiérrez, aunque finalmente la decisión presidencial benefició a un miembro del gabinete, Leandro Rovirosa Wade. En el momento de tomar la decisión –eran los tiempos en los que el candidato del tricolor en automático era el ganador en las urnas-, Luis Echeverría despachaba en la Presidencia de la República, y José López Portillo, era el futuro presidente.
Se comentó también sobre la constitución del Frente Democrático Nacional (FDN), en 1988 y del que Muñoz Ledo fue coordinador, provenía de la escisión del PRI en la Corriente Democrática; posteriormente, al fundarse el Partido de la Revolución Democrática, Porfirio sucedió a Cuauhtémoc Cárdenas en la dirigencia. Su participación en el FDN y luego en el PRD le permitió estar cerca de cómo se gestó la candidatura de Andrés Manuel López Obrador en 1988 y de las negociaciones en la crisis de 1991, cuando se constituyeron los tres primeros concejos municipales en Cárdenas, Nacajuca y Macuspana, así como la posterior renuncia de Salvador Neme a la gubernatura. 
En una animada conversación, en la que no faltaron las anécdotas personales, recordó cuando le ofreció la candidatura al Senado por el PRI al poeta Carlos Pellicer, quien ocupó la Cámara Alta por breve tiempo. Varios nombres de personajes vinculados a la política tabasqueña surgieron en la improvisada mesa. Francisco J. Múgica, Tomás Garrido Canabal, Rodulfo Brito Foucher, Graham Green.
Por supuesto que estando Barceló y Abdó, el tema central fueron aspectos jurídico constitucionales, como las leyes centralistas y la necesidad de un régimen semi parlamentario en nuestro país. 
Se habló de la Nueva Constitución de la Ciudad de México, que elabora el actual Congreso Constituyente. Muñoz Ledo es Comisionado de la Reforma Política para la capital del país. Un tema de reflexión fue cómo el cambio de régimen no puede esperarse sólo desde el centro del poder en la República, sino que ya hay algunos estados que tienen normas y prácticas  avanzadas.
Escuchando a Muñoz Ledo, recordé que en una reciente colaboración periodística escribió escrito: “Es difícil creer, en efecto que el Ejecutivo se levante pensando “cómo joder a México”, pero ello no impide que lo haga por una carencia de visión y por un pésimo diseño del régimen de gobierno”. 
AL MARGEN
EN SU TOMA de posesión, el gobernador Arturo Núñez se refirió a la crisis estructural que en Tabasco produjo la expansión de la industria petrolera. Una crisis reflejada en la alta dependencia respecto a esa industria, pero también en la pobreza y marginación.
En el Plan Estatal de Desarrollo, también se ofreció un diagnóstico de cómo estaba Tabasco y qué se proponía hacer para mejorar la vida de la población.
Anunció Núñez que su sexenio se dividiría en tres etapas de dos años cada una. La primera para enfrentar los problemas más severos de la crisis financiera dejada por la anterior administración; la segunda, del 2015 al 2016, para la consolidación y “dejar atrás la pesadilla”. La tercera, del 2017 al 2018, para proyectar el desarrollo con bienestar del pueblo.
En el 2014 ocurrieron dos fenómenos: la reforma energética, que cambiaría la relación de Tabasco con la industria petrolera, y el desplome de los precios del crudo. Antes, una reforma que le disminuyó los recursos al estado.
Esto ocurre cuando Tabasco tiene que enfrentar los rezagos en salud y pobreza, pero también destinar millonarios recursos al mantenimiento de toda la infraestructura construida durante los años del auge petrolero. 
De este y otros temas platicamos anoche con el gobernador Arturo Núñez en el programa “Tabasco en la ruta”. Ya le comentaré. (vmsamano@yahoo.com.mx)
 

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *