LA DOBLE CARTERA DE CARSTENS: SOBRE LAS INSTITUCIONES PRECARIAS

 Escala Crítica/Columna diaria

*En el alambre: el peso y las finanzas gubernamentales, ¿saltar del barco?
*De trayectorias institucionales y ropajes políticos; presagio de tormenta
*Un país en la deriva financiera requiere acciones y funcionarios responsables 
 
Víctor M. Sámano Labastida
DECIR que México sólo sufriría un “catarrito” por la crisis financiera de Estados Unidos en el 2008 “será mi epitafio”, dijo alguna vez Agustín Carstens. Elegido como gobernador del Banco de México en el 2009 después de ser avalado por el Senado, su periodo terminaba en el 2015; con 854 votos de los senadores, ese año fue reelecto para continuar hasta el 2021. La idea de la gubernatura en Banxico fue darle certeza y estabilidad a las decisiones macroeconómicas. La Constitución establece que ese cargo de elección es irrenunciable, sostiene el fiscalista Gabriel Reyes Orona (Proceso No. 2092).

El sentido común indica que ningún capitán puede abandonar el barco en medio de la tormenta. Mucho menos si conoce el pronóstico del tiempo. En enero de este año, Carstens advirtió: “los países emergentes deben estar preparados para una crisis potencialmente severa y de consecuencias violentas, debido a los estragos que pudiera causar el retiro de políticas monetarias no convencionales en países ricos y la desaceleración de China”. Todavía no ocurría Donald Trump. 
Confirmada la victoria del republicano en Estados Unidos, Carstens dijo que esperaba que ese fenómeno “no llegue a nivel de huracán”. México tiene actualmente una deuda externa equivalente al 50% del PIB. Una bola de nieve en un terreno cada vez más empinado.
 
La renuncia de Carstens a su cargo como Gobernador del Banco de México, por la gerencia general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) desató también una tormenta de opiniones. Desde reproches “por abandonar el barco en plena tormenta”, de la oposición panista y perredista, al “beneplácito de tener a un mexicano en el banco central del mundo”, que expresó José Antonio Meade, secretario de Hacienda, hasta llegar a la inquietud por “poner en riesgo la estabilidad macroeconómica de México”, de analistas financieros (Alberto Aguilar, Luis Rubio, Salvador Quintana). 
El senado decidió que Carstens fuera gobernador hasta el 31 de diciembre de 2021. Le quedaba cuerda y sorprendió su adiós a la tercera posición de poder, atrás de Presidencia y Gobernación.  
Héctor Aguilar Camín, inquieto por la decisión de Carstens, expresó: “la    verdad, no quiero tener un presidente del Banco de México que ande buscando un mejor empleo”. Carlos Marín usó otro enfoque, para defender la partida de Carstens: “sobran quienes creen que las naciones dependen de unos cuantos individuos”. 
Veamos el caso y anticipemos un dato: en diferentes ocasiones, este funcionario ha ocupado al mismo tiempo cargos nacionales y cargos internacionales. Doble cartera, para capotear sus crisis.
CHICAGO BOY DE CLÓSET
ASOMO a la biografía. El Doctor Agustín Guillermo Carstens Carstens inició en 1980 su servicio en el Banco de México. Tenía 22 años de edad y cursaba la licenciatura en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Eran tiempos lopezportillistas de “administrar la abundancia”, antes de la segunda devaluación del peso en 5 años. Llegaba la decisión sucesoria en plena crisis financiera y eso posicionó en la escena política al equipo económico de Miguel de la Madrid (secretario de Programación y Presupuesto) con un joven Carlos Salinas de subsecretario. Los dos maquinaban ansias de ‘renovación revolucionaria’. Entre esos polvos andaba el técnico Carstens, quien fue “Chicago Boy” al graduarse Doctor en Economía en 1985. 
Los chicago boys aztecas, apadrinados por De la Madrid y Carlos Hank González, activaron la renovación de cuadros del PRI desde la economía y desplazaron a la joven vieja guardia. Llegaron: Pedro Aspe, Jaime Serra Puche, Ernesto Zedillo, Luis Donaldo Colosio, Luis Téllez. Daba comienzo la pugna entre Dinos y Renos (renovadores) en el PRI, antes de que la competencia democrática vapuleara en 1988 el “modelo de partido hegemónico”. Las décadas de dominio priísta se saldaron con logros desiguales en economía y firme cerrazón política.   
Carstens desempeñó puestos técnicos de Banxico y observó los toros  desde la barrera. Siguió sus tareas a nivel internacional y eso le permitió incorporarse al gobierno de Felipe Calderón (PAN).  
RETRATO DE FUNCIONARIO ATAREADO  
CARSTENS hace magia con su tiempo. Veamos datos duros, de la página de internet del gobierno federal: “Siendo secretario de Hacienda, el doctor Carstens se desempeñó también como presidente del Comité de Desarrollo del FMI y del Banco Mundial de marzo de 2007 a octubre 2009”. No un cargo honorario, sino por honorarios. 
Sigamos: “El 10 de enero de 2011, el Consejo de Administración del Banco de Pagos Internacionales (BIS) eligió al doctor Carstens como integrante de dicho Consejo. De abril de 2013  a marzo de 2015 presidió el Comité Permanente de Evaluación  de Vulnerabilidades (SCAV) del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB)”. Mientras eso ocurría, Carstens era Gobernador del Banxico.
Y sigue la mata dando: “A partir del 1 de julio de 2013 preside el Comité Económico Consultivo (Economic Consultative Council, ECC) y la Reunión de la Economía Mundial (Global Economy Meeting GEM) del Banco de Pagos Internacionales (Bank for International Settlements, BIS), ambos encomendados de llevar a cabo las tareas de coordinación y cooperación entre bancos centrales en pro de la estabilidad monetaria y financiera global”. La tarea no acabó ahí: “El 20 de febrero de 2015 fue elegido por los miembros del Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI), el órgano rector de las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI), Presidente del Comité para un periodo de tres años, a partir del 23 de marzo de 2015”. Es ya el sexenio de Peña Nieto, con Carstens revalida como Gobernador del Banxico. ¿Y qué funciones cumple el CMFI? Es el principal órgano consultivo de la Junta de Gobernadores del FMI; el Comité está integrado por 24 miembros (entre ministros de Hacienda y gobernadores de bancos centrales). O sea que le tocaba estar. ¿La doble cartera significa doble paga? Carstens no ha aclarado este delicado punto. No existen regulaciones jurídicas en puestos clave del gobierno federal. Por eso Carstens dobleteó y nadie se asombró.  (vmsamano@yahoo.com.mx)
           
 

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