TABASCO, ARTURO NÚÑEZ Y SU GABINETE; ¿RELEVOS AL INICIO DEL NUEVO AÑO?

 Escala Crítica/Columna diaria

*Año con año, el gobernador tabasqueño ha realizado ajustes
*Los asuntos de seguridad y empleo fundamentales en la agenda
*El 2017, marcado por la crisis económica y la calentura electoral
Víctor M. Sámano Labastida
 
UN ESTILO personal de gobernar de Arturo Núñez –aunque él prefiere calificarlo como un “estilo institucional”- ha sido cerrar ciclos cada fin de año e iniciar otros con el nuevo calendario gregoriano. Salvo por circunstancias coyunturales –una renuncia imprevista o una modificación en la agenda electoral-, cumplido un periodo de doce meses el mandatario tabasqueño decide relevos en alguna de las áreas de su gabinete. Así sucedió en 2014, 2015 y 2016; es posible que esto suceda también con el inicio del 2017.

Es cierto que en el tramo final de este año que concluye se adelantó un relevo, el del titular de la Secretaría de Seguridad Pública –de alguna manera previsto para enero-; pero éste se explica por el anuncio de la llegada de la Gendarmería Nacional y la aplicación del nuevo Programa Integral de Seguridad Pública, en el marco de una reconocida crisis en el combate al delito.
Dos son las áreas en las que necesariamente están colocados los reflectores por su impacto en la sociedad: la prevención y el combate al delito, y la economía –en especial la multiplicación del desempleo-. ¿Están estos rubros en la agenda gubernamental? Sin duda deben estarlo, de la misma forma que la percepción que la población tiene de la actual administración.
Vinculadas directamente al combate al delito están las secretarías de Seguridad y de Gobierno, así como la Fiscalía; en relación con la economía se ubican las secretarías de Desarrollo Económico y Turismo, así como la de Desarrollo Agropecuario y Fomento Pesquero.
 
DECISIONES Y COYUNTURAS
UN PRIMER desafío que enfrentó el gobierno de la alternancia al pasar de una coalición dominada por el PRI a una coalición encabezada por el PRD fue cumplir dos premisas: construir un gabinete de crisis (las circunstancias eran extraordinarias) y cumplir con la oferta de la equidad de género. Esto sin descontar los compromisos políticos con sus coaligados y el enorme reto de cubrir las expectativas generadas en la campaña electoral. De hecho, las expectativas del cambio se habían venido generando desde muchos años atrás; por lo menos dos décadas antes.
Pasado el primer año de gobierno en Tabasco, Arturo Núñez decidió comenzar el 2014 con seis relevos, entre estos cuatro secretarías. En enero asumieron como nuevos secretarios: de Administración, Amet Ramos Troconis; de Salud, Juan Filigrana Castro; de Contraloría, Lucina Tamayo Barrios, y de la Técnica, Bertín Miranda Villalobos. Como nuevo titular de Invitab llegó Carlos Calzada Peláez, y como director del Hospital del Niño, Ezequiel Toledo Ocampo, quien dejaba Salud. 
Fuera del esquema de evaluación y ajustes, en febrero de aquel año arribó a la titularidad de la Secretaría de Desarrollo Social (SDS), Virginia Campero Calderón, como resultado de la renuncia –por proyectos personales- de Mónica Fernández Balboa. Una salida imprevista.
Para enero del 2015 nuevamente se puso en práctica el sistema de relevos anuales. Por la renuncia de Víctor Lamoyi Bocanegra, fue designado secretario de Planeación y Finanzas Amet Ramos, uno de los colaboradores de mayor confianza de Nuñez. Habiendo iniciado el sexenio como titular de la Secretaría Técnica este funcionario pasó a su tercer encargo, tras despachar doce meses en la Secretaría de Administración. En aquel relevo, Bertín Miranda asumió la titularidad de Administración y Francisco Peralta Rodríguez, en la Técnica.
Con estas designaciones, Núñez mostró otra faceta de sus decisiones: la oportunidad a los jóvenes. Francisco Iván González fue designado titular de la Secretaría Particular, un área por la que han sido promovidos sus responsables a tareas más visibles.
También comenzaban los ajustes en el área de Seguridad Pública: Miguel Ángel Matamoros fue nombrado Comisionado de la SSP y Baltazar Gutiérrez, director de la Policía Estatal. 
 
LO ELECTORAL, DE FONDO
 
DE ALGUNA forma las elecciones intermedias de junio del 2015 obligaron a posponer acomodos mayores en Seguridad Pública, pero en julio de ese mismo año, el general Audomaro Martínez renuncia a la Secretaría del ramo para dar paso al también militar Sergio Martínez Luis. Éste despachó en el cargo un año, ya que en agosto del 2016 fue sustituido por Miguel Ángel Matamoros, quien apenas se mantuvo unos cuatro meses en una de las áreas más complicadas para esta administración.
Otro relevo ocurrido, vinculado a renuncias personales, fue el de Manuel Ordóñez, también en julio del 2015, quien dejó la Secretaría de Obras, llegando a esa responsabilidad Luis Priego. Conocidos son los desacuerdos de Ordóñez.
El inicio de este año 2016 no fue la excepción, porque el gobierno estatal dio posesión en enero a cuatro funcionarios, entre ellos a un nuevo secretario. Podría decirse que estaban previstos más cambios, pero se tuvieron que posponer en vista de que hubo elecciones extraordinarias en el municipio de Centro, como resultado de la anulación de los comicios. Dos áreas clave a nivel de secretarías –Gobierno y Comunicación Social- relevaron de titular hasta concluido el proceso electoral con la toma de posesión del nuevo alcalde capitalino, Gerardo Gaudiano.  
De esta forma, en julio del 2016 llegaron al gabinete dos nuevos secretarios o su equivalente: Gustavo Rosario Torres, quien dio la sorpresa al integrarse al equipo de Arturo Núñez, en lugar de César Raúl Ojeda, y Francisco Peralta Burelo, en el manejo de la imagen gubernamental, donde despachaba Dolores Gutiérrez. En este “paquete” de designaciones, la ex diputada Neyda García asumió la titularidad de Desarrollo Social en lugar de Virginia Campero; temporalmente la nueva secretaría había despachado en la subsecretaría de Gobierno.
Como le decía, hay una constante que ubica el fin de un año y comienzo de otro como una referencia a los ajustes en el gabinete de Núñez. Algunas circunstancias coyunturales lo han llevado a realizar otras designaciones, como fue el caso también del nombramiento de Ricardo Fitz Mendoza, en septiembre del 2015 como nuevo titular de Sernapam por la renuncia de Claudia Elena Zenteno.
Por lo general observamos en los anteriores finales de año insistentes versiones sobre relevos, lo que no ha sucedido en este diciembre. Sin embargo podría asegurarse que el método del gobernador Núñez no descarta estos reajustes anuales, lo que sin duda sucederá a finales del 2017 cuando los cambios estén relacionados estrechamente con la inminente contienda electoral del 2018. (vmsamano@yahoo.com.mx)
 

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