Elecciones de Edomex en la agenda nacional; determina las coaliciones

 *En territorio mexiquense juega el anticipo de las fuerzas del 2018

*Compló y ruido mediático, precandidatos y enigmas; tribus en guerra
*PRI, del Mazo dando; PAN: son de Josefina; Morena, Delfina de AMLO
Víctor M. Sámano Labastida
COMO le adelantamos, la decisión sobre las alianzas o no del PAN y el PRD en el Estado de México (Edomex), sería determinante para cerrar o mantener abierta las puertas de una gran coalición de “las izquierdas” ( “fuerzas progresistas” o “anti PRI”) en los comicios del 2018. Un eventual triunfo de “Los Chuchos” –Nueva Izquierda-, implicaría el desplazamiento de quienes son mayoritarios en el territorio mexiquense, la ADN de Héctor Bautista. Se impusieron estos últimos y veremos un reacomodo de las llamadas tribus para tratar de vencer el veto de López Obrador.

Para AMLO, aunque las circunstancias nacionales favorecen la captación del voto de los inconformes o de los indignados hacia su candidatura, resultará obvio que la coyuntura internacional lo obliga a una estrategia más incluyente. El enemigo viene del exterior. En Tabasco, y en todos los estados, observaremos, acercamientos hasta hace unas semanas impensables. Miremos por ahora el caso mexiquense.
LABORATORIO PEÑISTA (O ANTI)  
EN ARAS de lo urgente, se pierde de vista lo importante. Mientras los reflectores siguen pendientes de la negociación México-EEUU, la agenda política nacional sigue su curso. La elección más importante de 2017 se realizará en el Estado de México, donde ya definen precandidatos a la gubernatura. Falta el registro oficial, rumbo al domingo 4 de junio. Y del plato a la boca el sello no llega. Un laboratorio del 2018 presidencial.
Cada definición brindará un retrato del partido político que la realiza: procedimientos democráticos o (anti), perfil masivo (o elitista), necesidades políticas (o blindaje), vínculos ciudadanos (¿qué papel jugarán organizaciones y candidatos independientes?), proyectos de gobierno y proyecciones porcentuales. 
El Estado de México es la entidad con más votos: 11 millones 23 mil 636 ciudadanos registrados. Es el estado electoralmente más importante que el PRI no ha perdido: bastión para curar derrotas del 2016. Soplan vientos de cambio, pero la clase política de Atlacomulco peleará la plaza. Es crucial para la batalla del año próximo; como lo fue en el 2012.    
Comienza pues, la danza política en Edomex. Las piezas se mueven, las ansias crecen, las versiones periodísticas se disparan como especulación pura (lo veremos), los políticos cierran filas y poco a poco hemos de mirar hacia allá. La república se construye en los fragmentos llamados estados.    
EL COMPLÓ NO COMPLOBADO
PARA abordar el panorama en Edomex, hay que señalar el ruido mediático que han provocado dos columnas de Salvador García Soto (El Universal, enero 30: “Peña y Anaya, el pacto de Los Pinos”, y enero 31: “Peña rompe con los Calderón y pacta con Anaya) que planteó un pacto PRI-PAN en Edomex para  descarrilar a López Obrador hacia 2018, entregar la plaza al blanquiazul, con Josefina Vázquez Mota al mando, y garantizar el ‘blindaje’ de Peña Nieto y su equipo al terminar el sexenio. Todo lo enhebró García Soto a raíz de una reunión en Los Pinos (enero 20) entre el presidente Peña, el canciller Luis Videgaray, el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, y el inefable Santiago Creel, Secretario de Gobernación con Vicente Fox, perdedor en la contienda interna con Felipe Calderón y creador del vocablo ‘sospechosismo’.         
Cuestionado sobre la reunión con Peña en Los Pinos, Ricardo Anaya aceptó que se realizó, pero descalificó la versión publicada por García Soto. “Son fantasías”, afirmó el polémico dirigente del blanquiazul, y explicó que conversaron sobre la postura panista y la agenda mexicana frente a Donald Trump. Los otros participantes en la reunión no parecen interesados en declarar. Por su parte, con el olfato político que lo caracteriza, AMLO twitteó (1 de febrero): “El Universal publicó el pacto secreto PRI-PAN Edomex, para descarrillarnos hacia 2018, pero no van a poder: les vamos a ganar las dos elecciones”. 
Es curioso cómo López Obrador quiere ubicar como información periodística de hechos (“El Universal publicó…”) una columna especulativa. A mal árbol se arrima: García Soto denunció (noviembre de 2014) una supuesta conexión entre Marcelo Ebrard y Carmen Arístegui para armar el reportaje sobre La Casa Blanca de la esposa de Peña Nieto. Esto nunca se probó.       
Lo que puede inferirse, de la versión de García Soto, es lo siguiente: si Ricardo Anaya reconoció que la reunión con Peña existió, ¿por qué no la informó en su momento y en cambio esperó 10 días para validarla?, ¿y por qué Peña y Videgaray no lo informaron oportunamente, siendo que necesitaban respaldo político frente a Trump? Pillados infraganti en una reunión a deshoras en Los Pinos (10:30 de la noche), las especulaciones se desatan. Algunas veces, las formas deforman la información política. El horno no está para complós, y AMLO, en lo suyo, se subió de nuevo a ese carro.        
PRECANDIDATOS EN SUBIDA 
LA ELECCIÓN para gobernador en Edomex será de toma y daca, a pesar del récord priista de imbatibilidad en esa entidad. El tricolor eligió –con la unidad forzada que acostumbra- un apellido de peso y de linaje partidista: Alfredo del Mazo Maza, así como se lee. No es, desde luego, el Alfredo del Mazo exgobernador y candidato presidencial en tiempos de Salinas. El joven del Mazo reconoció que “la elección será muy competida y que el PRI tiene que reinventarse”. Son palabras moderadas para el estilo Atlacomulco. Y aunque le preguntan, no ha querido declarar sobre la reunión Peña-Anaya. ¿Sabrá algo?         
En el PAN, es cuestión de días para que Josefina Vázquez Mota, puntera en las encuestas, defina si quiere ser o no candidata. El PAN desechó el 22 de enero, una posible alianza con el PRD, a semejanza del 2011. Las fechas apuntan a una información sospechosista que pudo darse el 20 de enero, en la reunión Peña-Anaya. De ahí, el PRD se fue al limbo y ahora la corriente Nueva Izquierda pugna por un candidato independiente. 
Alejandro Encinas, siempre aspirante, ha dicho que esa candidatura debe surgir de las bases, no de las cúpulas. A Encinas lo impulsó la otra corriente perredista dominante en aquella entidad: Alternativa Democrática Nacional (ADN). Mientras tanto, la otra parte de la izquierda (Morena) ya definió a la diputada Delfina Gómez como  precandidata y el efecto AMLO se nota: es segunda en las encuestas más recientes. Lo que para algunos es el último bastión del dinosaurio, es hueso duro de roer. (vmsamano@yahoo.com.mx)
 

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