Veracruz, las barbas del vecino: crisis política, económica y social

 Escala Crítica/Columna diaria

*Elecciones en 2016, 2017 y 2018, permanente competencia
*Yunes: mensajes de violencia y conflicto, finanzas rotas
*Miroslava Breach, asesinada; termómetro de inseguridad
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
VECINOS no distantes, Veracruz y Chiapas son entidades cuyos procesos políticos y de seguridad se vinculan estrechamente a Tabasco. No es casual que el fiscal Fernando Valenzuela haya firmado acuerdos de colaboración regional en materia de combate a la delincuencia. Con Campeche, Tabasco se ubica en el escalón de los más afectados por el desempleo petrolero. Lo que sucede en nuestro entorno debe ser observado con detenimiento. 
Veracruz, de forma recurrente, recibe los reflectores nacionales. Un estado vecino convulsionado en lo económico, lo político y lo social. Tres de tres.

No es para menos lo que se agita en su agenda: con el exgobernador Javier Duarte prófugo y uno de los más buscados por la Interpol; con el exgobernador interino Flavino Ríos detenido y en proceso judicial por complicidad con el fugado. Unos 247 millones de pesos de desvíos en un mes; con el actual gobernador Miguel Ángel Yunes en franca exhibición mediática (sus pleitos con López Obrador han sido intensos) para llamar la atención como posible ‘presidenciable’. Tres de tres, inmerecido. 
Veracruz es un estado noble, con gente alegre y bullanguera, pero las cosas se torcieron y han tomado caminos crueles, por la creciente inseguridad social con muertes y desapariciones a destajo, por el despilfarro económico de 3 administraciones (Miguel Alemán, Fidel Herrera, Javier Duarte) y por el desorden político que prevaleció con traiciones y sorpresas, catapultando a la alianza PAN-PRD como triunfadora, con un polémico (por señalado) Yunes a la cabeza.
Veracruz no es, ni de lejos, una vereda tropical: es una advertencia del desastre que nos espera como país si no procesamos a tiempo los problemas que aquejan a la sociedad.        
El hallazgo de varias fosas clandestinas con más de 250 cráneos en Colinas de Santa Fe, en el puerto es el hecho que subraya un deterioro institucional y social inimaginable.
ONCE CUERPOS Y LA IMPUNIDAD
A FINALES de febrero y principios de marzo los narco cadáveres inundaron Veracruz. Varios hallazgos se silenciaron en los medios nacionales. “No hacer más olas”, fue la previsible instrucción del gobierno veracruzano. “Ocultar los cuerpos, para que no sean mediáticos”, es la consigna del poder. 
Lo que no pudo ocultarse, porque se trató de un suceso estratégicamente visibilizado, fueron los 11 cuerpos que aparecieron el 9 de marzo en un puente peatonal de Boca del Río, Veracruz, con una manta que decía: “Si quieren guerra, guerra tendrán”. Justo cuando a 300 metros se realizaba un evento oficial con la presencia del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Al otro día, con el Presidente Enrique Peña Nieto en Veracruz, la nota de los 11 cuerpos cobró mayor resonancia mediática. 
El Gobernador Yunes trató de quitarle hierro al asunto, explicando el clásico ajuste de cuentas entre bandas criminales. Pero no parece ser así, pues estuvo involucrado en el hecho un robo de camioneta oficial, con efectivos a bordo. Un desafío en toda regla, que no se ha comentado lo suficiente, si se piensa en los arreglos que por debajo de la mesa quizás hayan pactado Peña-Chong-Yunes. Tres de tres. ¿Quién o quiénes mandaron el mensaje de los 11 cuerpos? No hay respuesta fácil. Pero una cosa es segura: no puede desecharse la hipótesis de una acción violenta desesperada por personajes desplazados del poder y mandan el mensaje de que no soltarán prenda.               
DIMES Y DIRETES DE AMLO Y YUNES
COMO sombra laboriosa y en intensa propaganda, Andrés Manuel López Obrador ha estado en Veracruz tres veces en un mes, entre febrero y marzo. Hay elecciones locales en julio (ayuntamientos, diputaciones) y no hay tiempo que perder rumbo al 2018. AMLO busca reforzar la tendencia creciente de Morena en Veracruz (26% obtenido, cuando partían de cero), lo que le valió duras críticas por parte del gobernador Yunes, que no lo bajó de “vividor del presupuesto”. 
Yunes utilizó cifras que pertenecen a Morena como organización, y las achacó a López Obrador en lo particular (“se gasta mil millones de pesos anuales, tres millones de pesos al día”). Obrador contestó en el tono que le caracteriza: “si me descubren gastos no reportados, me retiro de la política. Pero si no es así, entonces que se marche Yunes”. Hubo revires de ambas partes y las declaraciones cruzadas continuarán.
Más allá del show montado por Yunes y la defensa de Obrador, lo que salta a la vista es una estrategia para colgarse del puntero y así figurar en la futura baraja de presidenciables. Decisión cuestionable para quien asumió un mandato de 2 años y debe entregar resultados, no comunicados de prensa. 
En esta historia veracruzana aparece otro hilo para enredar a Obrador: una decisión del Instituto Nacional Electoral (INE) que señaló al prófugo Javier Duarte de “desviar fondos gubernamentales para campañas políticas” (marzo 10), lo que puede ser el inicio de una investigación para vincular a Duarte con Morena y López Obrador; en su momento trascendieron contactos para canalizar recursos a la campaña de Cuitláhuac Vázquez, candidato obradorista a la gubernatura. 
¿Y la economía veracruzana? En febrero 46 mil millones de pesos (deuda pública) no pudieron renegociarse en el Congreso veracruzano. Con empresarios descontentos por la ausencia de un plan de reactivación, con proveedores sin rembolsos mínimos por servicios prestados, y con un gobierno titubeante que apenas equilibra pagos de nómina, Veracruz es una economía deprimida al 95%. Son vecinos.
AL MARGEN
LA PERIODISTA Miroslava Breach, de 54 años de edad, fue asesinada el jueves en la capital de Chihuahua mientras esperaba a su hijo para llevarlo a la escuela. Le dispararon en ocho ocasiones. Era corresponsal del diario La Jornada y colaboradora de Norte, de Ciudad Juárez. Es lamentable, pero México sigue teniendo un alto nivel de violencia. A pesar de los recursos y esfuerzos de los últimos años, en el 2015 hubo en todo el país poco más de ocho mil homicidios dolosos; el año pasado fueron casi 21 mil casos. México está convertido en una de las regiones más peligrosas para el periodismo. Se estima que en los recientes 16 años han sido asesinados en México más de cien periodistas. Y unos 20 fueron reportados como desaparecidos, su paradero se desconoce. Tan sólo en marzo van tres periodistas asesinados: Ricardo Monlui en Veracruz, Cecilio Pineda en Guerrero y Miroslava. Hoy habrá una marcha en Villahermosa.
(vmsamano@yahoo.com.mx)   
 

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