Una red de protección al periodismo; contra la impunidad y la violencia

 Escala Crítica/Columna diaria

*La sociedad más desvalida que los propios periodistas: Aristegui
*Necesario combatir el silencio y la complicidad en los crímenes
*Encinas: una mayoría social contra la desigualdad y la pobreza
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
DURANTE tres días más de decenas de periodistas de unos 20 estados del país, así como representantes internacionales, plantearon propuestas y discutieron ideas en la Ciudad de México para crear una red de protección del ejercicio periodístico en la República. A casi un mes del asesinato del sinaloense Javier Valdés, los comunicadores se reunieron por iniciativa de Guillermo Osorno, ex director editorial de la revista Gatopardo y creador del portal Horizontal Mx.

Una de las iniciativas es integrar un mecanismo propio a nivel nacional que defienda los derechos del gremio y que permita la comunicación entre periodistas frente a la violencia. El principio fundamental es que defender la seguridad y la libertad del ejercicio periodístico es determinante para la democracia, y para un país con equidad y justicia. Defender la vida propia es en este caso defender la de los demás.
 
UN PAÍS DE RIESGOS
MÉXICO, como usted sabe, es actualmente uno de las naciones más peligrosas para sus habitantes; existe una enorme vulnerabilidad para los comunicadores y para los activistas independientes. Desde el año 2000 a la fecha más de un centenar de periodistas han sido asesinados y 25 están desaparecidos.
Un reporte del New York Times recuerda que “en la lista de los lugares más mortíferos para ser reportero, México está ubicado entre Afganistán, un país devastado por la guerra, y Somalia, categorizado como Estado fallido. El año pasado fueron asesinados once periodistas mexicanos, la mayor cifra durante este siglo. Hay pocas esperanzas de que la situación cambie en 2017”. (NYT, Azam Ahmed, 29/IV/2017).
El caso de los activistas sociales es sumamente grave. Tan sólo en los últimos dos años, en el mundo han sido víctimas de los criminales 340 luchadores por los derechos humanos y ambientales, entre estos en México, de acuerdo a Greenpeace y Global Witness. Cuarenta de cada cien asesinados son indígenas o campesinos que defendían sus tierras contra la ocupación injusta o destrucción ilegal. Lamentablemente estos no son hechos aislados sino expresión de un esquema que privilegia la concentración de la riqueza. En la República falta un registro de muchas de estas víctimas invisibles.
El problema central es la impunidad, porque no sólo  afecta a los periodistas –los más visibles mediática y políticamente-, sino a toda la población. De acuerdo al Índice Global de Impunidad 2015, México es el segundo país con menor castigo a los delincuentes en el mundo, sólo superado por Filipinas. Sólo uno de cada cien delitos son investigados eficazmente y sancionados; los otros 99 ocurren sin castigo. Un gran porcentaje no es denunciado precisamente por la desconfianza en las autoridades. Estamos ante un ciclo vicioso.
 
QUE NO HAYA SILENCIO
En las largas e intensas jornadas del denominado foro  “Medidas urgentes para la protección de periodistas” se insistió en la necesidad de una red que actúe como interlocutor ante el gobierno mexicano. Como le había mencionado en otra colaboración, los temas abordados fueron: 1.- Riesgos, atención a casos críticos y respuestas inmediatas; 2.- alternativas para combatir la impunidad; 3.- organizaciones sociales y vías para fortalecerlas; 4.- solidaridad gremial y derechos laborales; 5.- reacciones de seguridad pública y el significado social de las agresiones contra periodistas.
Una tarea básica de los informadores por la naturaleza de su labor es integrar equipos de trabajo para reportear los casos de los periodistas asesinados o agredidos, de manera que sus investigaciones obliguen a actuar a las autoridades. Que no haya silencio.
El promotor Guillermo Osorno indicó que las conclusiones del encuentro se conocerán esta semana, aunque el documento final quedará listo en unos dos meses.
La periodista Carmen Aristegui, destacó que el foro es “una gran señal”, porque: “No solemos organizarnos los periodistas. Eso está clarísimo. Ahora es un momento donde se han sorteado muchas diferencias distancias y desconfianzas que existen entre los medios mexicanos”.
También dijo Aristegui al concluir una de las mesas de trabajo: “no se le puede reclamar a la sociedad mexicana que nos deje solos y más bien hay que encontrar la manera de comunicar a la sociedad y decirle que si la sociedad no tiene periodistas actúen con independencia editorial y el compromiso con los lectores y audiencias y televidentes, pues esa sociedad es la que está más desvalida que los propios periodistas”.
El reciente 2 de junio, los gobernadores y las autoridades federales firmaron una serie de compromisos para la protección de los comunicadores y activistas sociales. Se comprometieron a crear fiscalías especializadas, protocolos de reacción y eliminar los delitos de calumnia y difamación. Esto último ya se hizo en Tabasco desde septiembre del 2014. Claro que falta mucho por hacer en el país, pero no sólo en el periodismo.
Guillermo Osorno, el convocante a los foros sobre la seguridad de los comunicadores comentó en relación a las participaciones: “Hubo un periodo de autorreflexión, porque también esto implica el código ético de la profesión. Los asistentes se preguntaron por qué los periodistas están a veces tan desprestigiados”. Aunque a veces el desprestigio es otra forma de silenciar.
AL MARGEN
TENGO la impresión de que el senador Alejandro Encinas se sumará a un bloque de izquierdas y no al bloque promovido por el PAN para los comicios del 2018. En las recientes elecciones del Estado de México acudió a la campaña de Delfina Gómez, de Morena, y previamente había sido propuesto como candidato de una coalición PAN-PRD a la que se negó. En los comicios estatales del 2011 contendió por la gubernatura en una alianza encabezada por el PRD y obtuvo un millón de votos, cercano al 21 por ciento del total. Posteriormente en el 2015 renunció al PRD.
El reciente fin de semana el también ex militante comunista y ex Jefe de Gobierno del DF estuvo en Tabasco junto a Cuauhtémoc Cárdenas para promover la construcción de “una mayoría social” para el cambio.
Sostuvo que no es ético ni viable que tengamos en el país 15 familias que concentran el 90 por ciento del ingreso nacional, mientras el 60 por ciento de los mexicanos vive en la pobreza.
Con una mayoría social será posible “sacar del poder a la camarilla que no cuenta con el respaldo popular”. Sólo se puede hacer por la vía electoral y la organización ciudadana. (vmsamano@yahoo.com.mx)
 

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