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*Homenaje a Rogelio Chávez Maceda, recopilación de imágenes
*Más de 40 años dejando el testimonio gráfico de sucesos y personas
*Un artista continuador de una tradición: la crítica de alcance popular
Por Víctor M. Sámano Labastida
NOVIEMBRE 22 de 2024.-SIN DUDA que uno de los grandes dibujantes vivos en nuestro país actualmente es Rogelio Chávez Maceda, conocido como Rogelio Urrusti. Originario de Ciudad Mendoza, Veracruz (1962), se estableció en Tabasco desde principios de los años 90, siendo ya un artista consumado. El jueves reciente fue presentado un volumen impreso con una selección de 54 caricaturas sobre personajes diversos. Con Rogelio me une una amistad de más de 30 años y le agradezco que me haya invitado a presentar junto al escritor y traductor Ulises Rodríguez la obra “Lápiz y tinta, el viaje singular”, editado por el Fondo Editorial del Municipio de Centro.
En el Centro Cultural de Villahermosa, con la asistencia de un público diverso y alumnos del también maestro del CEIBA (Centro de Estudios e Investigación de las Bellas Artes), primero fue presentado un breve documental biográfico de Urrusti realizado por Erick Contreras, “Heredarás el submarino”, para posteriormente pasar a unos comentarios sobre la vida y obra de Rogelio, culminando con una exposición de algunos trabajos seleccionados y que permanecen en exhibición en una de las salas de inmueble que administra el ayuntamiento encabezado por Yolanda Osuna Huerta.
UN VIAJE A LÁPIZ Y TINTA
INICIALMENTE uno de los integrantes del Consejo Editorial, Luis Acopa, por sugerencia del propio Urrusti, me invitó a escribir el prólogo de “Lápiz y tinta, un viaje singular”. Entiendo que quienes deseen adquirir el libro lo pueden obtener de manera gratuita en el Centro Cultural. No me explayaré en lo redacté en torno a la obra del artista plástico, sólo menciono que destaco el viaje singular que significa esa libertad individual expresada en los trazos del lápiz, un arte gráfico que en sus manos y mirada atenta se lanza en pos de lo universal humano.
Lo que sí le comparto paciente lector, es lo que expuse en la presentación de esta obra de Rogelio Urrusti quien ha plasmado en dibujos la historia de los últimos 40 años de nuestro país.
Comenté que:
Se podría decir que en sus imágenes nos ha dado la visión de los vencidos, pero también la visión de la esperanza. Lo ha hecho porque desde siempre Rogelio ha tenido una convicción y actuación de izquierda. De aquella que se empeña en imaginar y construir la utopía. Es un artista militante, pero siempre un artista.
Rogelio nos recuerda siempre que la utopía es posible, porque hay personas generosas y persistentes como él.
También sostengo que conocí el trabajo de Rogelio Urrusti mucho antes de conocerlo en persona. En los años setenta tuve la oportunidad de leer y ver la revista de lucha “Insurgencia Popular” impreso fundado en 1973 por Heberto Castillo y Demetrio Vallejo, dos grandes luchadores sociales. Una publicación del ya desaparecido Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT).
Las caricaturas e ilustraciones de aquella revista estaban elaboradas por personajes ya consagrados entonces como Helio Flores, Magú, Rius, Efrén, Naranjo, entre otro. Pero sobre todo me llamó la atención Naranjo cuyo estilo influyó decisivamente en uno de sus alumnos que comenzó a publicar en Insurgencia Popular, nuestro amigo Rogelio Urrusti.
El libro presentado, acompañado de una exposición y de un relato biográfico videograbado, es apenas una valiosa pero limitada muestra, como es toda selección, de un labor de vida que tenemos que recopilar y documentar. Valoremos la iniciativa del municipio de Centro por ser parte de este compromiso.
En este volumen “Lápiz y tinta, el viaje singular”, destacan los personajes del arte y la literatura, sobre todo los consagrados mundialmente.
COMO SEREMOS RECORDADOS
EN UNA OCASIÓN, don Enrique González Pedrero, se extrañó ante el dibujo que de él había hecho Rogelio Urrusti. De acuerdo al ex gobernador al ver los trazos dijo: “yo no soy así”.
Vino a mi mente lo contado por el maestro y tocayo de Urrusti, el gran Rogelio Naranjo.
El escritor Augusto Monterroso relató que uno de los Médicis pidió a Leonardo da Vinci hacer un retrato suyo. Cuando terminó, el Médici se quejó de que “no se parecía a su persona”.
Entonces Leonardo da Vinci le dijo: “efectivamente, ahora éste no es usted, pero dentro de unos siglos nadie dudará que es usted”.
Comentó Rogelio Naranjo: la imagen permanece, el hombre muere.
Es por eso, escribió Juan Domingo Argüelles (Rogelio Naranjo: los escritores en su tinta), que el dibujante, el caricaturista, el cartonista “aprendió a pensar, confiesa, menos estrictamente en dar el parecido al personaje y más en tratar de mostrar la imagen del interior del hombre”.
Me parece que Rogelio Urrusti, al igual que su maestro Rogelio Naranjo, ha buscado reflejar lo que sus dibujados son para él, su manera de interpretarlos, cómo los percibe y no cómo se perciben a sí mismos o quisieran ser recordados.
Rogelio, además, como Naranjo, no cree en la inspiración, pero sí en la disciplina y en la lucidez. Quienes lo conocen, quienes lo conocemos, sabemos que todos los días deja correr el lápiz, la pluma, o el artefacto que tenga a la mano para plasmar rostros, personas, situaciones.
Yo diría, para concluir, que Rogelio Urrusti no sólo es un artista completo, sino un ciudadano completo. Como artista no sólo dibuja, pinta, hace gráfica, es también cronista, poeta, periodista gráfico y hasta músico que toca la armónica.
Como ciudadano siempre lo hemos visto comprometido con las causas de los más pobres, los desprotegidos, los sin voz, los nadie como decía Eduardo Galeano.
AL MARGEN
CON ROGELIO URRUSTI coincidimos en un suplemento cultural (Lito/eral en los noventa), en La Verdad del Sureste, En La Tinta Indeleble y en Presente. Agradezco a Rogelio Urrusti por esa incasable labor de ser nuestra memoria gráfica. (vmsamano@hotmail.com)