La corrupción, tema recurrente e imbatible; sus formas, expresiones, y sus antídotos

 Escala  Crítica/Columna diaria

* Despersonalizar y aprovecharse; contratos públicos, riqueza privada
*La visión de Aristóteles: la ineficacia, otra expresión de la corrupción
*Un alto costo para el país: más de 500 mil millones anuales, un exceso
 
Víctor M. Sámano Labastida
UNA REFORMA necesaria a la Constitución tendría que ser la obligatoriedad para que el Poder Legislativo ratificara y evaluara el desempeño de los miembros del gabinete, han insistido juristas en diversas participaciones a propósito del centenario de nuestra Carta Magna. También tendría que modificarse lo que el especialista Diego Valadés denominó “la monocracia”, el gobierno de uno solo y a quien además no se le pueden fincar responsabilidades.

Hay mucho de fondo. Permítame el lector abordar un tema recurrente: el de la corrupción. Para algunos, el remedio está en la Constitución.
Comencemos con una hipótesis explicativa sobre la corrupción: se despersonaliza al otro para medrar sin escrúpulos. La corrupción anestesia el lado humano de las relaciones sociales: tratar con dinero, propiedades, bienes, que casualmente tienen nombre y respiran. Así, no dando importancia a las personas, es posible ejecutar actos que de otro modo molestarían las conciencias. 
La corrupción borra humanidad y todo queda en el anonimato de la burocracia. Las oficinas parecen funcionar con empleados invisibles. Las empresas tienen organigramas, no cuerpos y mentes. 
La despersonalización puede operar en otro sentido: hacia nosotros mismos, que caemos en el autoengaño al visualizar capacidades personales de trabajo. Por ejemplo, en el servicio público hay todólogos que deben pensarlo bien antes de aceptar una tarea. 
El exjefe del servicio del Sistema de Atención Tributaria (SAT), Aristóteles Núñez, lo dijo así (Nexos de noviembre, 2016): “La primera muestra de la honestidad de un servidor público inicia cuando acepta el encargo, siempre y cuando esté preparado para ello. Aceptar un encargo sin contar con la preparación, el perfil o la experiencia, es la primera señal de deshonestidad”. ¿Para cuándo, la profesionalización del servicio público? 
COMO ELEFANTES BLANCOS
 
LA CORRUPCIÓN es también una cadena de intereses, empresariales y gubernamentales. Sobre contratos públicos en México, el investigador Alejandro Rodríguez dibuja un mar donde la corrupción nada libremente: “El número de contratos es colosal. En función del número de procedimientos, estamos hablando únicamente en CompraNet de 186 mil 908 durante 2015, cuyo valor ascendió a casi 550 mil millones de pesos. Frente a esta magnitud, y considerando las calificaciones de corrupción que tenemos y los escándalos que a menudo salen a la luz, pensaríamos que existe un buen número de investigaciones y sanciones firmes, en lo penal y administrativo. Pero no es así, o al menos la información pública no permite asegurar otra cosa”. 
La clásica opacidad hace acto de presencia, y cuando hay datos son desalentadores: “el Cuarto Informe de Gobierno de esta administración señala que, en materia de contrataciones, se emitieron resoluciones sancionatorias por 323.5 millones de pesos entre el 1 de septiembre de 2015 y el 31 de julio de 2016, aunque sin distinguir multas firmes y mucho menos situaciones de corrupción. Si esto acontece a nivel federal, imaginemos en el ámbito local donde los controles son todavía menores”. Políticos y contratistas son Midas al cuadrado. Y si algo se les comprueba, la fuga va primero.   
  
OBRA PÚBLICA Y EMPRESARIAL 
 
IDENTIFICA Aristóteles Núñez algunos tipos corrupción: “la primera es la que se da en el día a día entre el ciudadano común y el acceso a los servicios públicos”. Aquí tenemos la más usual. Ejemplos: librar la recolección de basura, eludir la infracción de tránsito, el pago al policía en la colonia, la agilidad en un trámite de acta de nacimiento certificada, el ingreso a la universidad pública, el pago para obtener una licencia de conducir sin examen de manejo.
“La segunda vertiente de corrupción es la que se da entre los proveedores de gobierno y las oficinas del propio gobierno”. Núñez la clasifica como la más descarada y la más desafortunada: “No debemos olvidar que aquí se expresa abiertamente la confabulación del interés ilícito del servidor público y un integrante del sector privado, un empresario, que a veces es el mismo servidor público quien lo promueve o impulsa”. La cadena se forma en la complicidad, pero también en la fantasmagoría de la burocracia. El aparato burocrático gigantesco facilita el anonimato y, con ello, los enjuagues. Contra eso, la transparencia.
El tercer tipo de corrupción es la empresarial privada, con evasión fiscal y lagunas legales que utiliza el poderoso. Dice el exjefe del SAT: “Es la de mayor peso y la más sofisticada por lo que implica: la que se origina desde el sector privado, la que se pretende justificar en asegurar el mayor margen de utilidad y lucro empresarial, la que garantice el retorno de inversión. Ésta es la evasión fiscal”. La corrupción que no dice su nombre, porque tiene –aparentemente- sus papeles en regla. Aristóteles Núñez refiere: “En su combate, el SAT ha encargado su estudio y estimación a una institución académica. El resultado para 2013 se estimó en 3.1 puntos porcentuales del PIB, es decir, poco más de 500 mil millones de pesos anuales”. Una losa enorme en la evasión: más de 500 mil millones de pesos anuales.
AL MARGEN
TRASCENDIÓ que entre los actores políticos que declararán abiertamente su nueva (o renovada) filiación lopezobradorista se cuenta la ex candidata del Partido Verde y del PAN a la alcaldía de Centro, Rosalinda López Hernández. De confirmarse que el 19 de enero se sumará a la firma del “Acuerdo Político” impulsado por el aspirante presidencial Andrés Manuel López Obrador. De confirmarse la suma de Rosalinda, en el pacto impulsado en Tabasco por Adán Augusto López –hermano de la ex senadora-, estarían dos de los ex candidatos a gobernar la capital tabasqueña y que compitieron contra Octavio Romero. El otro es Evaristo Hernández. Lo espacios se agotan y se acotan.
ESTUVO AYER en Tabasco el director de Conagua, Roberto Ramírez. En su encuentro con el gobernador Arturo Núñez se anunciaron inversiones por hasta 550 millones de pesos en el Programa Hidrológico este año. Se trata no sólo de proteger contra inundaciones sino del mejor aprovechamiento del agua. Ayer mismo se realizó un encuentro de académicos académicos y estudiantes de 23 universidades e instituciones de educación superior, de 11 estados de la región sur-sureste. (vmsamano@yahoo.com.mx)
 

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