Tribulaciones de un Presidente: pastel Chapo, contradicciones, 2018 y popularidad en picada

 Escala Crítica/Columna diaria   

* Una tarta envenenada; las complicaciones políticas de un capo
*Al nuevo mínimo histórico, el 12% de aprobación a Peña Nieto
*Hacia 2018, batalla de encuestas: Morena, 27%; PAN, 24; PRI ¡17!  
 
Víctor M. Sámano Labastida
AYER se habló de lealtad al conmemorar el gesto y la gesta en la que participó un ilustre tabasqueño, José María Pino Suárez, oriundo de Tenosique. Este personaje, quien acompañó a Francisco I. Madero en los momentos últimos de la denominada “Decena Trágica”, es un referente obligado cuando se habla de la defensa de la soberanía frente a los acosos internos y externos. La ceremonia oficial fue encabezada por el gobernador Arturo Núñez también fundador de la agrupación que lleva el nombre de Don José María.

¿Lealtad hacia qué o hacia quién? En estos días las acciones y decisiones soberanas para nuestro país son puestas a prueba por los amagos y amenazas del señor Donald Trump, presidente de Estados Unidos y miembro del Partido Republicano de aquel país. El domingo próximo, un centenar de organizaciones encabezadas por la UNAM y su rector se manifestarán en la Ciudad de México; se tienen previstas movilizaciones en por lo menos otras 15 entidades del país. Por coincidencia, ese día Andrés Manuel López Obrador realiza una gira por varias ciudades de Estados Unidos.
Un hecho reciente nos permite asomarnos a la complejidad que han adquirido nuestras relaciones con el vecino del norte y las respuestas locales que pasan por la reconstrucción de un piso mínimo de equidad. En este contexto, la extradición de Joaquín Guzmán (El Chapo) se interpretó como el pastel de la toma de posesión de Donald Trump como Presidente de EEUU, en México un atribulado Enrique Peña quedó atrapado por los tiempos políticos: ¿por qué la extradición se presentó justo un día antes del cambio de poderes entre  Obama y Trump? En política la casualidad no existe, o es madre de la ingenuidad. Un periodista siempre cercano a Los Pinos, Pablo Hiriart, señaló una y otra vez que “el Chapo fue entregado a Obama, para que no digan que hubo presiones de Trump al gobierno mexicano”, sólo para concluir que “quien exprimirá al Chapo es Trump” (El Financiero, 20 de enero). Efectivamente: los tiempos políticos de la extradición son significativos: marcan la primera negociación de EEUU con México en la era Trump. Se revela entonces otra contradicción del gobierno federal, porque desde la Secretaría de Gobernación se mencionó (septiembre 2016) que “para la extradición del Chapo a EEUU debería transcurrir año y medio, por lo menos”. Lo mismo arguyó el Poder Judicial, para responder a una demanda del abogado de Guzmán (octubre 2016) por violación de los derechos humanos de su cliente en la reclusión carcelaria.    
Serán interesantes las declaraciones de Joaquín Guzmán en la corte de Nueva York, donde se declaró “No culpable”. Dadas las conexiones inconfesables (en México) entre política y crimen organizado, otra pregunta se antoja crucial: ¿Cuántos políticos mexicanos estarán preocupados y pendientes de esos interrogatorios? Es pronto para decir si habrá revelaciones grandilocuentes a comprobar, si Trump exprimirá a El Chapo o el Chapo intentará la fuga en el país con los mejores sistemas carcelarios. De cualquier modo, un atribulado Peña ha sido pillado con los dedos en la puerta y mal haría si considera este asunto exclusivamente judicial y no de resonancia política.   
Pasemos a las razones numéricas del atribulado Peña: su popularidad está en serio declive.
QUIÉN ERAS Y QUIÉN FUISTE     
 
Como a la actual generación de políticos les gusta hablar con encuestas en la mano, dejemos que hable la primera encuesta nacional después del gasolinazo. La realizó el Diario Reforma y destacan los siguientes datos: 
-La popularidad del presidente Peña Nieto marcó en los primeros días de enero otro mínimo histórico, al conseguir la aprobación de únicamente 12% de la población.                
-La desaprobación del mandatario alcanzó en enero un nuevo máximo en su sexenio, con 86%, es decir: 13 puntos porcentuales más arriba que lo registrado en el mes de diciembre de 2016.
-A la pregunta de a quién votarían los ciudadanos si hoy hubiera elecciones presidenciales, la opción más mencionada fue Morena, con un 27%, que arrebata así el liderazgo que tenía en diciembre el PAN, ahora con 24%. Por su parte, el  PRI queda en tercer lugar, con 17%.
-85% de las personas considera injustificado el gasolinazo, pese a la afirmación del Gobierno de que “no haberlo hecho implicaría haber recortado los programas sociales”. 
-85% de los interrogados opina que los recursos obtenidos por este aumento “serán mal utilizados". 
-El 59 % de los encuestados considera que su familia se verá "muy afectada" por el aumento del combustible, el 26% "algo afectada" y el 12% "poco afectada", mientras que únicamente el 3% sostuvo que su familia "no se verá afectada". 
-El aumento que más preocupa a los ciudadanos es el de la gasolina (40%), seguido por el del gas LP (24%), la luz (17%) y el dólar (14%).
DE NÚMEROS Y LAS PENAS DE PEÑA
Los datos anteriores muestran el descrédito y colapso de confianza que amenaza al gobierno federal y su partido, rumbo al 2018. Veamos de manera interpretativa esos números: ¿cuál es el margen de maniobra pública, ante la opinión pública, de un presidente con 12% de aprobación? Reducido, casi inexistente: hay que remontarse al caso de Augusto Pinochet (Chile, 1984) y Francisco Franco (España, 1975), para encontrar números similares alrededor de un mandatario. El margen de gobernabilidad resulta afectado en grado sumo, porque una imagen pública tan descuadrada no se logra de la noche a la mañana: han sido 3 años de deslizamiento, con excepción del primero (2013) que trajo un Pacto por México que luego naufragó. Eol Ejecutivo federal sigue pasmado, desde Ayotzinapa (septiembre 2014) y la Casa Blanca (noviembre 2014). No es un secreto: los números actuales apuntan en dirección Morena; las urnas todavía están lejos. Mientras tanto, el disgusto y desencanto por el aumento del combustible se hace evidente numéricamente. La población, cada vez más, se desencanta del otrora encantador político víctima de su propia vara publicitaria. Una razón es que Peña ha sido reactivo como Presidente, no proactivo. ¿Qué hubieran hecho ustedes? La pregunta no es ociosa, ni una burla: es una gris constatación de los titubeos. (vmsamano@yahoo.com.mx)                 
 

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