AMLO: salud, muerte y resurrección; del estado físico a la implicación política

 Escala Crítica/Columna diaria

*Cerrada competencia: ni PRI, ni Morena partidos derrotados
*Nuestra historia: fortaleza del caudillo, debilidad de un partido
*Salud de los políticos, asunto de interés público y de propaganda
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
MORENA y López Obrador no tienen ganada la Presidencia, pero tampoco puede declararse que ya estén derrotados, como apuntan algunas lecturas de las más recientes elecciones, en especial la de Edomex. De igual manera sería inexacto suponer que estamos ante un PRI en desbandada; se han reducido notoriamente sus márgenes de maniobra, pero cuenta con el arsenal para resistir en el poder. Lo que resulta evidente es que en el 2018 habrá en México la más competida elección presidencial.

Más allá de las simpatías y las críticas, es innegable que así como López Obrador identifica como su enemigo a vencer a “la mafia del poder”, así los diversos actores de la contienda del 2018 catalogan al dirigente de Morena como su objetivo a superar. Hoy quisiera referirme a la salud del tabasqueño, pero no a la salud política sino a la física que no es ajena a la batalla que viene. 
 
¿CORONAS PARA TU ENTIERRO?
 
CUANDO el río suena, la noticia llega a primera plana. En un mes (abril 25, a mayo 25), en 5 diarios de circulación nacional (Reforma. El Financiero, El Universal, Milenio, El Economista) las menciones directas a la salud física de López Obrador han sido 47. Como menciones indirectas (insinuadas) se cuentan 61. Son 108 las menciones, combinadas y machacantes, sin guión detectable por la diversidad de notas y articulistas. La pregunta es, en plena temporada electoral: ¿qué significa la referencia constante a la salud de López Obrador en la prensa nacional? Un tema, escabroso y un tanto desconocido. Queda pendiente un monitoreo de la cobertura en televisión y  radio, aunque quizás los medios electrónicos no canten mal las rancheras sobre la salud de AMLO.      
 
La cereza en el pastel la puso Enrique Ochoa, dirigente nacional del PRI, en charla con el periodista Carlos Puig (Milenio televisión, mayo 13). Ante la insistencia de Ochoa por ‘enfermar’ a López Obrador, a Puig no le quedó de otra: “¿En serio van a fincar su discurso partidista en la salud de López Obrador?”, a lo que Ochoa contestó: “Es un hecho público y notorio”. Por supuesto, se sabe públicamente que hace 2 años y medio López Obrador fue intervenido del corazón. Incluso Peña Nieto le deseó “pronta recuperación”. No se sabe, en cambio, de alguna intervención reciente que hubiese justificado el alud de menciones a la salud de López Obrador en la prensa nacional. “Andan nerviosos los de la mafia del poder”, dice AMLO en un spot reciente de Morena. 
 
Las 108 menciones a su salud parecen darle la razón. ¿Con qué objeto?, se antojan varias hipótesis, ninguna que beneficie a AMLO: ¿para que la ciudadanía repiense preferencias políticas y voto útil?, ¿para que el fenómeno político de Morena (30% del electorado conseguido en 2 años de existencia) se desinfle poco a poco?, ¿para plantear sin sutileza que López Obrador y su movimiento no van a durar?, ¿para espantar con el petate de la salud precaria del líder opositor?, ¿para minar la credibilidad de un movimiento centrado en su líder? 
 
Más allá de las hipótesis, llama la atención que la agenda periodística apunte a la salud de López Obrador con ese nivel de recurrencia. Sobra decir que AMLO tiene un frente abierto con el tema de su salud física, y que deberá ser claro para evitar rumores que lo enfermen de gravedad. Ya lo ha sido, pero en foros pequeños, de poca repercusión pública. El 2018 no está lejano y cualquier contenido puede influir en la percepción. Los votos de la ciudadanía se dirigen al futuro, pero las referencias a la salud del tabasqueño sitúan en el pasado –sin decirlo a las claras- al líder nacional de Morena. 
 
Vistas así las cosas, no es de extrañar que al término de un mitin en el Estado de México (mayo 19), López Obrador se encontró con dos coronas fúnebres dedicadas a él. Se abrió una averiguación previa en la Procuraduría de Edomex, aunque lo probable es que nada se averigüe.
           
¿FALLECIDO EL 4 DE JUNIO?
 
MORENA como institución política de izquierda, goza de cabal salud, según los más recientes recuentos electorales. Vuelve a sortear diferentes obstáculos. En Veracruz (mayo 27), luego de un mitin en Huatusco, alguien lanzó huevos a López Obrador y uno hizo blanco. Rápidamente, por twitter el CEN del PRI “condenó los hechos violentos”. Después, AMLO tuvo una entrevista filosa con José Cárdenas. Hubo molestia en ambas partes. 
 
Mientras eso ocurre, se triplicó en este año la cantidad de visitas al Estado de México de funcionarios del gabinete federal, con recursos y programas en avalancha. Por supuesto, una ingeniería digna de los mejores tiempos del tricolor se aplicó previo a las votaciones del domingo 4 de junio, en un estado que el dinosaurio de Atlacomulco (el más fiero) no había perdido. No es casual la idea central expresada en el cierre de campaña de Alfredo del Mazo: “En Edomex está en juego el futuro del PRI y el futuro del país”. Así o más sectorial. Con todo respeto: el PRI no es el país. La ecuación política se dirige, quizás, a los grupos empresariales que descreen de un Peña vapuleado, lo mismo que a votantes indecisos. Es un secreto a voces que elecciones con mayor participación ciudadana son las que más problemas le presentan al PRI. Resulta más cómodo el abstencionismo.
                                     
CORRIDO DEL SOBREVIVIENTE
 
MIENTRAS tanto, hasta donde se sabe públicamente, López Obrador se ha referido en una ocasión a su posible muerte. “No estamos aquí para llorar a personas en lo individual. El movimiento sobrevivirá”, fue la conclusión de un sentido mensaje que lanzó en Ciudad Nezahualcóyotl. Problema implícito: la desaparición del caudillo pasma el movimiento. Así ha ocurrido en la historia de México. Sabido es que AMLO no es un jovencito y que, aflojado en terracería, sus fuerzas han mermado. De cualquier manera, las referencias públicas a su salud, muerte y acaso resurrección (en forma de movimiento), exhiben los tiempos grises de la política mexicana. Parafraseando a Paco Taibo: se asoma una temporada de zopilotes.
 
AL MARGEN
AYER se graduaron en el Instituto de Administración Pública (IAP) 20 estudiantes de la maestría en Políticas Públicas y 20 de Auditoria Pública. Esperemos que esa institución mantenga altos niveles capacitación porque el servicio público necesita de personas cada vez mejor preparadas.
 (vmsamano@yahoo.com.mx)            
 

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