México 2025: relaciones gobierno-empresarios, cambio cultural y colaboración frente a los amagos

Escala Crítica/Diario Presente, Ventanasur, Horay20Noticias, Avance

* Empresarios MX: definido, apoyo firme al gobierno frente a EEUU

*  Definiciones culturales y decisiones políticas: desarrollo y ciudadanía  

*  Democracia, asignatura en proceso; soberanía, no negociable.             

Víctor M. Sámano Labastida

MARZO 14 de 2025.- VOCES OPOSITORAS pidieron a empresarios mexicanos boicotear el acto del gobierno federal en el Zócalo CDMX (9/3/2025), donde la presidenta Claudia Sheinbaum definió parámetros de soberanía y de negociación digna con el gobierno de los Estados Unidos que encabeza un contradictorio Donald Trump. Es necesario evitar falacias que disfrazan la parte por el todo: siglas partidistas no abarcan el país que habitamos. Lo que importa: 1) razones de interés nacional: y no tácitamente apoyar el injerencismo estadounidense; 2) razones lógico-políticas: ¿cómo justificar amenazas a la soberanía?; y 3) razones económico-financieras: hay millones de dólares en juego, con la imposición de aranceles (o no) a México.

La clase empresarial respaldó pronunciamientos de la presidenta Sheinbaum. Fue saludable para la república, que tiene suficientes problemas en el mapa. El apoyo expresado, en comunicados y con presencias importantes en el Zócalo, puede anunciar un viraje político del empresariado.

PROSPERIDAD Y DESARROLLO          

LAS RELACIONES entre gobierno y empresarios son estratégicas para cualquier país. Varias áreas dependen de que la relación sea fluida: inversión para generar empleos, estabilidad monetaria, generación de riqueza con utilidad social y seguridad financiera.

Recordemos un dato crucial, citado por el periodista Jorge Zepeda Patterson: el Producto Interno Bruto (PIB) de México se integra con 80% de inversión privada y 20% de inversión pública. En este sentido, plantea JZP, “Sheinbaum y la 4T están obligados a entenderse con los hombres del capital, por su propio interés como gobierno en funciones. Es cuestión que, desde la racionalidad política, debería destrabarse. El país sufrirá si persiste ese distanciamiento”.            

¿Cómo acercaron posturas? La relación bilateral México-EEUU y los aranceles (que violan cláusulas del T-MEC) son factor del viraje. La historia reciente era de desencuentros: el sector empresarial disminuyó inversiones a la mitad del sexenio de AMLO, no sólo por la pandemia Covid-19 sino por rechazo al proyecto de nación 4T que optó por los de abajo. Por otro lado, La 4T con Sheinbaum al mando conoce las afinidades neoliberales del sector privado y esto significa oposición política silenciosa (y no tanto). Además, interlocutores de ambas partes necesitan hablar el mismo lenguaje para tender puentes, porque el tiempo apremia y Trump puede cambiar de opinión el próximo 2 de abril: nueva fecha para definir si los aranceles se aplican.

Frente al difícil 2025, con Trump y sus fintas, Sheinbaum debe consolidar la relación con empresarios, pues la asimetría 80/20 del PIB no desaparecerá. Y los empresarios tienen que valorar la continuidad transexenal 4T, frente a “una oposición desarticulada, que sigue sin dar pie con bola y sin picar piedra en el territorio”, según Lorenzo Meyer.           

CAMBIO A PRUEBA  

DONALD TRUMP y su megáfono pone a prueba el cambio cultural que propició la 4T entre 2018 y 2024. ¿Qué tan fuertes son las bases del cambio?

Véase el diccionario político de Norberto Bobbio (1993): “el cambio cultural incluye la reformulación de políticas públicas y estrategias para reconducir de forma ética los comportamientos ciudadanos”. Y más: “los responsables políticos deben hacer un gran esfuerzo para transformar algunos aspectos básicos de los rasgos culturales de una sociedad”. A ras de suelo, diríase: ¿cómo vamos en corrupción, pobreza, desigualdad, seguridad? La presidenta Sheinbaum recibe ‘sugerencias’ de Trump para “lograr cambios en materia de seguridad y corrupción”. A Trump no le preocupan pobreza y desigualdad, aunque con sus políticas arancelarias puede quebrar ciclos de producción y cadenas de suministros que afectarían la prioridad social del México actual.                

¿Hay cambio cultural sin ciudadanos? No. De ahí la importancia que otorga Sheinbaum al acompañamiento social de su gobierno por una diversidad de actores públicos, no sólo militantes de Morena y aliados. El segundo mandato del impredecible Trump en Estados Unidos es la prueba del ácido para el cambio cultural propuesto por el régimen.

La izquierda en México pone a prueba si asigna a la ciudadanía el fundamento del poder y la acción pública. Bajar el poder a la calle. Libertad de acción ciudadana en marco democrático. Su apuesta cultural tiene que ser lección valiosa para cualquier grupo de individuos que quiera incidir socialmente. Este punto será clave para nuevas organizaciones políticas en México: ¿cómo conciben su relación con la ciudadanía?

La izquierda política en México buscó la dignidad de los de abajo en un contexto de desprecio de los partidos hacia los ciudadanos. Para algunos es autoritarismo. Por ello, la izquierda debe fomentar la ‘toma de conciencia’ vía modos dignos de vida.

La batalla por el futuro de México pasa por la valoración civil del cambio cultural. cuando desde el norte se generan mensajes políticos intervencionistas, Sheinbaum sigue firme: la soberanía no es negociable. Y hay consenso social sobre este punto. La diferencia reside en qué se entiende por soberanía, de quién y para quién.

(vmsamano@hotmail.com)

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