PEÑA NIETO Y NÚÑEZ, UN COMPLEJO Y DIFÍCIL EQUILIBRIO PARA TABASCO

Escala Crítica/Columna diaria
*Relación federación-estado, dependencia y desarrollo
*Un gobierno entre varios frentes y su circunstancia
*El conflicto, motivo o pretexto para el estancamiento

Víctor M. Sámano Labastida

LA RELACIÓN entre el Presidente de la República y el gobernador en funciones en Tabasco, siempre ha sido un tema central en el desarrollo de la administración local. Cuando el trato es armónico, las cosas marchan más o menos bien en la entidad. Por lo menos deja de haber pretextos para que no caminen. La alta dependencia que Tabasco tiene respecto a los recursos federales hace más necesario un  terso acompañamiento.  (Lo que sucede en esta entidad, puede servir de referencia para el resto del país)

En la actualidad estamos ante una situación compleja: un Presidente surgido del PRI y un gobernador que llegó al poder mediante una coalición (Movimiento progresista)…que derrotó por primera vez al tricolor en Tabasco.
Por lo menos hasta el gobierno de Miguel de la Madrid, las administraciones locales mantuvieron una fluida comunicación con la Federación. El Presidente y el Gobernador provenían del mismo partido. Los conflictos -que los hubo-, se resolvieron a la vieja usanza: la razón de Estado, el poder avasallante de la Presidencia, la amistad o el compadrazgo de los actores políticos.

LO QUE FUE Y LO QUE ES

Leandro Rovirosa Wade (1977-1982) tuvo una inmejorable relación con José López Portillo. Había sido secretario de Recursos Hidráulicos con Luis Echeverría, compañero de gabinete de López Portillo; es recordado como quien “destapó” al futuro Presidente. Vivió el tiempo del auge petrolero en la entidad.
De Enrique González Pedrero conocida es su vinculación con el entonces presidente Miguel de la Madrid (1982-1988). Él mismo EGP reconoce el extraordinario apoyo y respeto que durante su sexenio recibió del mandatario federal. Como Rovirosa Wade, al también intelectual tabasqueño le correspondió administrar una parte de la etapa de la bonanza de los recursos derivados del petróleo. Un cambio en la asignación de los beneficios financieros fue también clave.
Aunque Salvador Neme Castillo llegó al gobierno de Tabasco apoyado por la evidente fuerza de Raúl Salinas Lozano, padre del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), y de quien fue compañero en el Senado, muy pronto se advirtieron circunstancias de ruptura. El PRI se dividido a nivel nacional por conducto de la corriente neocardenista que tuvo su expresión en Tabasco (Frente Democrático); la contienda de ocho aspirantes del tricolor en la entidad dejó secuelas de inconformidad, la más notoria del grupo de Roberto Madrazo. Se llegó al punto en que la relación entre el gobierno de Neme Castillo y Carlos Salinas sufrió tal deterioro que –circunstancias políticas y sociales aparte- el mandatario tabasqueño fue obligado a dejar el cargo en manos de Manuel Gurría Ordóñez. Antes había sufrido un drástico recorte en los recursos.
Este último -personaje vinculado a Carlos Hank González-, transitó en una relación si mayores problemas con la Federación, aunque localmente su trienio estuvo marcado por un permanente conflicto político-social local.
Conocido es que entre el presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) y Roberto Madrazo se vivió una tensión permanente. Fue a tal extremo que esto se hizo visible desde el inicio de la administración madracista cuyos simpatizantes amenazaron con declarar a Tabasco independiente de la Federación.

UN CAMBIO EN LOS PINOS

VINIERON después los presidentes surgidos del Partido Acción Nacional y la salida temporal del PRI de Los Pinos. Lejos quedaba el trato de privilegio para los mandatarios tabasqueños, aunque Manuel Andrade logró llevar una relación sin mayores complicaciones resultaba evidente que los tiempos en que existía una prolongación de las políticas federales en Tabasco pasaron a la historia. Vicente Fox (2000-2006) era del PAN, Andrade del PRI. Se vivió un nuevo auge en los precios del petróleo; la administración de Andrade Díaz se benefició con esto.
Algo similar ocurrió con Andrés Granier y Felipe Calderón (2006-2012), aunque con la desventaja de una menor fluidez de recursos petroleros a la entidad; pero con cierta libertad (y hasta desorden) en el manejo de recursos. En tal caso el trato podría considerarse como distante, aunque no confrontado como sucedió entre Madrazo y Zedillo.
En el inicio de este sexenio se registra una circunstancia extraordinaria: el PRI regresó a Los Pinos por la vía de Enrique Peña Nieto (2012-2018), al mismo tiempo que en Tabasco ese partido perdió por primera vez la gubernatura por la vía de una alianza encabezada por Arturo Núñlez Jiménez (2013-2018). Pero aún más, el triunfo de la oposición al priísmo tuvo como factor determinante –entre varios- la fuerza de las bases del movimiento de Andrés Manuel López Obrador.
Aunque Arturo Núñez es un político institucional y en cierto sentido moderado en sus acciones, su desempeño frente a Peña Nieto pasa por un difícil equilibrio: no puede negar su cercanía a López Obrador –quien destaca como principal opositor al actual Presidente- junto con la necesidad de no romper la necesaria relación con la federación. Pero al mismo tiempo Núñez milita en el PRD que firmó un pacto nacional con el PRI y el PAN, pero que a la vez fue integrante del Movimiento Progresista cuya fuerza en Tabasco está mayoritariamente identificada con AMLO.
Existen varias hipótesis: Uno.- Que López Obrador presione al gobierno de Núñez para que marque distancia frente a Peña Nieto; Dos.- Que exista una operación minuciosa del gobierno federal para “ganarse” al mandatario tabasqueño; Tres.- Que López Obrador deje transcurrir al gobierno de Núñez, juzgándolo sólo por sus resultados más que por sus relaciones con la administración federal tricolor; Cuatro.- Que Núñez consiga mantener el difícil equilibrio colocado en medio de varios frentes.
A todo esto hay que agregar una desastrosa y no comprendida circunstancia económica, política y cultural del estado.
En el camino de este complejo equilibrio que ha llevado Núñez hasta ahora se atraviesa la reforma energética.

AL MARGEN

AHORA QUE se confirma la aprehensión de la ex directora del CEAS (antes Sapaet), Clisceria Rodríguez Alvarado, no puedo dejar de mencionar aquel grave suceso: durante las últimas semanas del 2012 miles de pobladores estuvieron recibiendo en sus domicilios agua sin el mínimo tratamiento purificador. Se le acusa de peculado y ejercicio indebido de funciones.
COSAS de la política: el PRD nacional podría modificar sus estatutos que prohíben la reelección. Sería una reforma a modo para permitir que Cuauhtémoc Cárdenas vuelva ser presidente de ese partido. El liderazgo de Cárdenas no está en duda, pero es un mal precedente. (vmsamano@yahoo.com.mx)
 

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