PEÑA NIETO, CARRERA CONTRA RELOJ; DARLE LA VUELTA A LOS PROBLEMAS

 Escala Crítica/Columna diaria 

*Un estilo elusivo de gobernar; las reformas del corto al largo plazo
*Canchas con pasto movible, una metáfora de la realidad nacional
*Fin de sexenio: temor al “manotazo” en un aparente callejón sin salida
 
Víctor M. Sámano Labastida
                      
EN LOS ÚLTIMOS días de su sexenio, el presidente Enrique Peña Nieto afina su estilo: eludir los problemas, no resolverlos, dicen sus críticos. Los argumentos: para eludir, se arropa en el tiempo, aunque cada vez le queda menos. El calendario de los sexenios es inexorable. La cobija del tiempo no alcanza. Eludir significa esquivar, no decidir; es tibieza. En cualquier área de vida, la tibieza es indecisión fatal. Y con la indecisión podría desvanecerse el último rastro de gobernabilidad del sexenio. No es buen augurio.