TABASCO, UN PRI EN LA OPOSICIÓN; SÍNTOMA DE ALÍ Y OTRAS RENUNCIAS

 Escala Crítica/Columna diaria

*Otros caminos: Jesús Alí, Evaristo Hernández, Federico Madrazo
*Una crisis que viene de lejos; de 1988, se agudiza en el 2015
*Escenarios: refuerzo del PVEM, repunte de Morena, sostén de PRD 
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
DESDE el lunes 2 de julio de 2012 el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en Tabasco, vive una nueva dinámica. Un reacomodo que no termina por definir su ruta y sus metas. La derrota electoral a nivel estatal, la primera en toda su historia, colocó a ese instituto en el terreno de la oposición. A pesar de que ganó la Presidencia de la República, en la entidad sus pérdidas fueron múltiples. Las más visibles la gubernatura y la alcaldía de Centro. 

En el Legislativo local el PRI ya había sido antes minoría, lo mismo que en la suma de las alcaldías. Qué decir de las diputaciones federales y las senadurías que dejó totalmente en manos del PRD en el 2006, como resultado de lo que entonces se calificó como el “Efecto Obrador”.
La reciente renuncia de Jesús Alí de la Torre, aunque anunciada desde hace varios meses por diversas actitudes y expresiones de este ex candidato, es un síntoma de una padecimiento mayor del antiguo partido hegemónico. Aún no logra acomodarse a su condición opositora. 
Aunque en algunos segmentos se insiste en la existencia de “un acuerdo” en el equipo de Enrique Peña Nieto para mantener cierto espacio de movilidad al PRD y al gobierno del estado para limitar el crecimiento de Morena, más allá de las teorías del complot es necesario buscar una explicación sostenida con información pública disponible. También comprender el proceso que vive el PRI tabasqueño.
 
UNA OPOSICIÓN COMPETITIVA
EN VARIAS ocasiones se ha señalado que el tricolor en Tabasco ha pasado por varias etapas de reajuste y crisis. Las más cercanas: en 1988 con el surgimiento del Frente Democrático Nacional y la primera candidatura competitiva para la gubernatura, la de López Obrador; en los años noventa con la búsqueda de hegemonía del grupo encabezado por Roberto Madrazo, cuando otros grupos y liderazgos fueron desplazados o simplemente marginados. 
Para el año 2000 en adelante, la fortaleza de una oposición encabezada por López Obrador y el PRD, así como la pérdida de la Presidencia dela República, abrió el espacio para que los priistas inconformes se cobijaran en estas siglas. El PRD se convirtió en una opción para disputar los cargos que les negaban en su antiguo partido.
Este reacomodo de grupos llevó a las más recientes rupturas. La más notoria es la de 2012 cuando no hubo acuerdo para la selección de candidato a la gubernatura entre la dirigencia nacional del PRI, las corrientes locales y el entonces núcleo gobernante –también dividido. El resultado, sumado a otros factores de la fuerza opositora, fue una avasallante derrota. Notoriamente: el triunfo de Arturo Núñez en la gubernatura y la derrota de Jesús Alí; la llegada de Humberto de los Santos, reciente ex priista, a la alcaldía de Centro y la caída de Luis Felipe Graham. Y lo demás diputaciones locales y alcaldías.
También en el 2012, como resultado de la homologación de las fechas de votación, nuevamente -como en el 2006- el “carro completo” para el frente opositor en las seis diputaciones federales y las dos senadurías.
Al paso del tiempo se pudo observar que no fue sólo una derrota electoral para el PRI, sino también una derrota política.
 
NO ES CUALQUIER COSA
ANUNCIADA oficialmente la renuncia al PRI de Jesús Alí, ex candidato al gobierno del estado, se confirma que estamos no ante una crisis coyuntural del tricolor sino ante algo más profundo. Desde antes de las elecciones del 2012, el tricolor tabasqueño ya había registrado una serie de problemas internos que se hicieron públicos en la selección de sus candidatos. De hecho, las primeras señales de una seria ruptura interna se observaron en 2006 cuando compitieron por la candidatura estatal Andrés Granier, Florizel Medina y Oscar Cantón. Este último terminó en el PRD.
La crisis en el PRI se agudizó con la derrota del 2012 y que le costó nuevas pérdidas en el 2015.
De ese partido ha renunciado recientemente además de Jesús Alí, otro ex presidente municipal y aspirante a gobernador, Evaristo Hernández. Este ex alcalde no ingresó a Morena, el nuevo partido lopezobradorista, pero se mantiene cercano a sus filas.
Sin embargo, una renuncia determinante para ese partido en Tabasco fue sin duda la de Federico Madrazo, el ex diputado federal hijo de Roberto Madrazo, ex gobernador y ex candidato a la presidencia por el PRI.
Federico Madrazo fue pieza clave para que el antiguo aliado del PRI, el Partido Verde Ecologista, le quitara una buena porción de votos al tricolor en las elecciones del 2015. 
Aunque algunos han visto en el experimento de fortalecimiento del PVEM una cuestión coyuntural, el objetivo es mucho mayor si se tiene en cuenta lo ocurrido en Chiapas donde el partido del tucán sustituyó al tricolor en el poder. Si se confirma lo que parece un conflicto a nivel nacional entre la corriente encabezada por Carlos Salinas y los grupos que apoyan a Enrique Peña Nieto, entonces el PVEM tabasqueño tendrá un papel relevante en los próximos meses. 
Por lo pronto, la idea de nutrir al PVEM con liderazgos inconformes sobre todo del PRI –aunque también del PRD, en menor medida-, resultó contraproducente como se pudo ver en los comicios extraordinarios del 2016: el tricolor fue enviado al tercer sitio, de modo que la contienda pasó a ser entre PRD y Morena. Este escenario podría ser el del 2018. ¿Qué papel se le asignará al PRI?
AL MARGEN
ES POSIBLE entonces que Jesús Alí, quien se declaró dispuesto a buscar la vía independiente, termine convencido por Federico Madrazo y el PVEM, con quien tuvo acercamientos en el 2015. Habrá que ver qué camino siguen dos diputados que también son identificados con el ex abanderado tricolor: Adrián Hernández y César Rojas. Otro recién retirado del PRI, el regidor Francisco Celorio, optó por la vía del verde.
Alí de la Torre tenía 25 años de militancia en el tricolor. Recuerdo que fue diputado federal plurinominal cuando José Antonio de la Vega decidió renunciar a ese partido para aceptar la postulación del PAN a la gubernatura de Tabasco. 
Siendo presidente municipal de Centro solicitó licencia para competir internamente con Evaristo Hernández para ser abanderado a la gubernatura. En la asamblea de delegados en marzo de 2012 obtuvo mil 322 votos contra sólo 82 de Hernández Cruz.  Se afirma que tuvo el apoyo incondicional de Benito Neme. (vmsamano@yahoo.com.mx)
 

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